Málaga está viviendo este sábado una de sus citas de mayor tradición y devoción con la fiesta de su Patrona, la Virgen de la Victoria. Sin embargo, la lluvia ha acabado aguando la fiesta y la Hermandad de la Victoria finalmente ha comunicado que se cancela «vista la inestabilidad de las previsiones meteorológicas». Hacía decenas de años que no se cancelaba esta procesión de la Virgen de la Victoria.
«Yo llevo treinta y tanto años aquí y nunca había vivido esto», comenta a este periódico el Teniente Hermano Mayor de la Victoria, Miguel Orellana. Tras la reunión con el Deán del Cabildo de la Catedral, se ha decidido que la Virgen estará expuesta en su trono procesal en el trascoro de la Catedral desde las 18.30 horas para que los fieles podrán continuar visitando unas horas más a la patrona, aunque sea a cubierto. Sin embargo, la Hermandad no quiere que nadie se quede con el amargo sabor que ha dejado la cancelación de esta jornada y ha comunicado que intentarán poder realizar el traslado de la Virgen de la Victoria, tal y como se tenía programado hoy, el próximo fin de semana.
En el caso de esta tarde, se podrá acceder directamente por el Patio de los Naranjos. A las 19.30 horas, tendrá lugar una oración y, a continuación, la Banda Juvenil de Música de la Archicofradía de la Expiración interpretará algunas marchas en honor a la Virgen.
Para pesar de los que esperaban esta cita, la lluvia ha acortado la jornada, ya que tras ocho días presidiendo el altar mayor del Primer Templo de la Catedral, la imagen de la Victoria finalmente no saldrá en procesión, como es tradición todos los años, de regreso por la noche a su basílica, que se encuentra en el barrio de la Victoria. Se trata de un año de especial emoción tras La Magna para los apasionados, ya que la hermandad ha conmemorado recientemente el 150 aniversario del patronazgo de la imagen sobre la diócesis y el 75 de su coronación canónica.
La Misa Estacional de la Solemnidad de Santa María de la Victoria ha comenzado a las 11.30, pero tal era la expectación que, más de media hora antes de empezar, todos los asientos se habían ocupado por los visitantes, muchos de ellos turistas. Además de la emoción por la cita, todos compartían un mismo complemento: el paraguas al que esperan no tener que recurrir esta tarde. A la misa han acudido los representantes de colectivos de la ciudad, peñas, hermandades de Gloria y cofradías de Pasión; aunque también estaban presentes autoridades políticas de Málaga, entre las que se encontraba el alcalde, Francisco de la Torre, y el candidato del PSOE a la alcaldía, Daniel Pérez.
La solemne misa de este año no ha estado exenta de reivindicaciones sociales, que arrancaron con una primera frase de demanda con la que el Obispo de Málaga, Jesús Catalá, ha querido aprovechar la ocasión para llamar la atención de los políticos presentes y de la propia conciencia de la ciudadanía, que se escuda en el «a mí no me toca»: «La caridad no admite demora, el servicio debe ser realizado con prontitud y gozo», ha declarado. Por ello, el obispo ha querido recordar asuntos sociales de actualidad: «Tenemos problemas en esta sociedad de hermanos necesitados y, tal vez, nos hacemos los remolones», ha denunciado el obispo. «Siguen muriendo delante de nuestras narices gente sin recursos, inmigrantes que vienen buscando una nueva vida o ancianos solitarios en sus casas», ha lamentado Catalá. Una misa con referencias a Juan Pablo II y el Papa Francisco que han compartido una misma conclusión: el deseo de que la patrona sea «peregrina de todos y símbolo de la esperanza».
Una vez concluida la misa presidida por el obispo de la Diócesis de Málaga y los cantos del Coral Santa María de la Victoria, se ha llevado a cabo como cada año la ofrenda floral en las escalinatas de la fachada principal de la Catedral, en la que decenas de ramos se han reunido bajo la imagen de la patrona con el acompañamiento musical de un coro.