No son buenos tiempos para la Iglesia Católica, tampoco para el papa Francisco. La extrema derecha eclesiástica, que existe y es muy activa, ha aprovechado el escándalo de los abusos en la archidiócesis de Filadelfia para situar al pontífice en el centro del huracán.
Un informe interno de la Iglesia fechado en 2004 reconocía más de 4.000 casos de sacerdotes que afectaban a unos 10.000 niños, la mayoría chicos. Las cifras actualizadas deben ser demoledoras. Solo en Filadelfia afecta a mil menores.
Francisco aprovechó su última visita a Irlanda, menos cálida de lo previsto, para pedir perdón. Irlanda es la zona cero de todo tipo de abusos.
………
Leer el artículo en InfoLibre