Después de vivir el sábado el momento más emotivo y multitudinario del 54 Sexenni, con la entrada de la Virgen de Vallivana a Morella, acompañada por más de 2.000 romeros, ayer llegó el día grande de los festejos, únicos en España por su espectacularidad y singularidad.
El Ayuntamiento de la capital de Els Ports y el Reverendo Clero abrieron el novenario en honor a la Virgen de Vallivana. Se trata del primer día festivo, de los 9 que conforman las fiestas sexenales y que organizarán los distintos gremios de la ciudad. En esta jornada, las danzas del Sexenni desfilaron en el primer Retaule, por la mañana, y lo hicieron en la solemne Procesión, por la tarde.
Entre las autoridades que se dieron cita en Morella, y que acompañaron al alcalde, Rhamsés Ripollés, presidiendo los diversos actos, estuvieron: la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Carmen Montón; el presidente de la Diputación de Castelló, Javier Moliner; la secretaría de Estado de Seguridad, Ana Botella; la Subdelegada del Gobierno en Castelló, Solima Ten; y el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, quien destacó la «lealtad de generaciones y generaciones por mantener la tradición, la identidad, nuestra cultura y nuestra manera de ser».
Por la tarde se realizó la Procesión General, significando la máxima exaltación de las fiestas del 54 Sexenni. En torno a la peana con la Virgen de Vallivana, se congregaron todos los principales elementos del imaginario festivo morellano: dulzainas, gigantes y cabezudos, las danzas, los diferentes gremios y las peanas con vírgenes, santas y santos, el carro triunfante, el águila, personajes bíblicos, las autoridades y la banda de música. La Procesión General realizó un largo trayecto por todas las calles adornadas de la ciudad. En la calle de La Font, Sant Miquel salió de una enorme naranja colgada en el aire, pronunció una poesía dirigida a la Virgen mientras los Volantins realizaron sus alegres bailes.
