El Ayuntamiento de Granada anunció la pasada semana su intención de convertir cinco edificios de carácter religioso en espacios autorizados para acoger turistas, con la venia previa del Consejo Consultivo de Andalucía. Cambiar el uso de estas construcciones de religioso a residencial singular es el término específico para una tarea cuya pretensión es obtener el dinero necesario para poder seguir conservando este patrimonio histórico para la ciudad. Los lugares que forman parte de este proyecto están situados en el Albaicín, frente a la Alhambra, y a escasos metros del tercer monumento histórico más grande, por tamaño, de la capital: la Abadía del Sacromonte. La intención futura tanto de la fundación que rige el complejo como del Arzobispado es que en el futuro a medio o largo plazo, el lugar pueda albergar un uso similar al del alojamiento en uno de sus edificios. Siendo más concretos, una hospedería y una residencia para estudiantes.
El pasado mes de junio, en una entrevista concedida al programa ‘Testigos Hoy’, de Canal Sur Televisión, el arzobispo de Granada, monseñor Martínez, expresó su deseo de que la abadía del Sacromonte se convirtiera en un lugar que pudiera acoger “hasta personas que vienen a pasar una temporada a la Abadía”, poniendo el ejemplo de matrimonios con o sin hijos. También afirmó que le gustaría que hubiera sacerdotes en el lugar “tanto para que atiendan a las personas que pasan por allí, como si hay un centro de estudios para a los jóvenes”.
Javier Restán, vicepresidente de la Fundación Abadía del Sacromonte confirmó a esta redacción que, dentro de los proyectos que se tienen con el complejo, uno de ellos es darle un futuro residencial para estudiantes al lugar. “Sería continuar con uno de los usos históricos de la abadía”, que en sus 400 años de existencia ha acogido entre sus muros colegios destinados al estudio del culto religioso.
Esta Fundación fue creada en el año 2015 como un organismo autónomo por el arzobispo de la diócesis de Granada, monseñor Francisco Javier Martínez, quien además la preside. En el patronato figuran desde personal eclesiástico hasta empresarios como Fernando Abril-Martorell, presidente de la multinacional Indra e hijo del que fuera vicepresidente de España y ministro de Agricultura y Economía en los gobiernos de Adolfo Suárez durante la Transición.
El proyecto se contempla a medio y largo plazo, según la institución. Y es que a día de hoy, la Abadía del Sacromonte se encuentra en pleno proceso de reconstrucción, del cual se han ejecutado dos fases completas y se está llevando a cabo una tercera, que además es la más exigente. De hecho, para este proyecto de rehabilitación, tras el cual se podría dar el uso de hospedería a una parte del recinto, el monumento acaba de acceder a una subvención concedida por el Ministerio de Fomento destinada a la recuperación del patrimonio histórico de construcciones de todo el país. El monto asciende a 2,7 millones de euros, que se completarán con otros tres procedentes de la propia fundación para acometer la restauración del complejo de edificios de la Abadía, que cuenta con cinco espacios diferenciados: el colegio nuevo, el centro de recepción de visitantes, la casa de los canónigos, el colegio viejo, y las santas cuevas.
El siguiente objetivo del ente rector de la Abadía es recuperar el edificio central, que se encuentra parcialmente derruido (aproximadamente la mitad del mismo), y levantar nuevamente los tres pisos que ocupaba. Las obras cuentan con el visto bueno de las instituciones públicas y comenzarán cuando termine de redactarse el proyecto, que también incluye una transformación del entorno de la abadía y la restauración de la fachada principal. El mal estado de una parte de todo el complejo se debe al incendio que destruyó parte del mismo en el año 2000.