El Tribunal Supremo de Elecciones aprobó el lunes una reforma al Reglamento del Estado Civil para dar trámite al cambio de nombre por identidad de género y así evitar efectos estigmatizantes.
La Conferencia Episcopal de Costa Rica expresó hoy su rechazo al cambio de nombre por identidad de género en el registro civil, ya que considera que «traerá graves consecuencias en el estado civil de las personas y en la concepción de matrimonio».
«Como ciudadanos y como cristianos no podemos sino rechazar moralmente esta decisión pues consideramos que se aleja del bien común para favorecer indebidamente a sectores sociales que detentan reivindicaciones basadas en una muy particular interpretación de los derechos humanos», cita el comunicado de la Conferencia Episcopal.
El Tribunal Supremo de Elecciones, como jerarca administrativo del Registro Civil, aprobó el lunes una reforma al Reglamento del Estado Civil para dar trámite al cambio de nombre por identidad de género y así evitar efectos estigmatizantes. Además, con la reforma se eliminará la indicación del sexo de nacimiento en todas las cédulas de identidad.
Ante esto, la Conferencia Episcopal colgó en su página web y redes sociales un comunicado en el cual indica que «toda acción que desfigure o oscurezca la naturaleza humana, lejos de ser un derechos o una acción que promueva a la persona se constituye en un elemento que oscurece su verdadero desarrollo como ser humano».
«La decisión (…) viene a imponer una serie de normas, constituyéndose en un atropello a la cultura, idiosincracia de nuestro pueblo y provocando una serie de consecuencias sociales y jurídicas de imprevisibles consecuencias, tales como la anulación del dato fáctico de la sexualidad humana y la vulneración del concepto jurídico de matrimonio», cita el texto.
Para la Conferencia Episcopal, la decisión del tribunal electoral tendrá serias consecuencias en el «estado civil de las personas, aún de terceros de buena fe, y en la concepción de matrimonio establecido por el legislador».
Según los obispos, se crea una ventana que posibilita que una persona cambie no sólo su nombre (…) sino que oculte o haga insegura su determinación de sexo», lo que consideran que facilitaría que estas personas se casen con alguien del mismo sexo.
La Conferencia Episcopal indicó que independiente de su tendencia sexual, una personas debe ser «respetada en su dignidad y acogida con respeto, defendida de todo signo de discriminación injusta y particularmente de cualquier forma de agresión y violencia».
La decisión del tribunal electoral se da en el marco de una opinión consultiva publicada en enero pasado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) tras una pregunta del Estado costarricense. Esta opinión consultiva es favorable al matrimonio gay, a la identidad de género y a garantizar los derechos familiares a las parejas del mismo sexo.
El Gobierno de Costa Rica anunció el lunes su respaldo a la reforma para dar trámite al cambio de nombre por identidad y reafirmó su compromiso con el respeto y la protección de los derechos humanos de todas las personas.