Una dama legionaria, del Tercio Juan de Austria, con sede en Viator (Almería), ha sido sancionada con tres días de multa por no asistir a la conmemoración de la Inmaculada Concepción, patrona de la Infantería, el pasado 8 de diciembre.
La legionaria adujo que no tenía con quien dejar a su hija de dos años, ya ese día cerraban las guarderías y su marido, que es cabo legionario y está destinado en la misma unidad, también debía participar en el desfile, no contando con ningún otro familiar para que se hiciera cargo de la menor. La resolución sancionadora se limita a señalar que es “su responsabilidad [de la militar] desplegar los medios a su alcance, organizándose como estime conveniente, sin trasladar su deber de cuidado de los hijos a la institución castrense”.
Aunque el 8 de diembre es festivo, el general jefe de la Brigada Legionaria dictó una orden para que rigiese el mismo horario que los días laborables y los militares formasen en la base de Viator para el acto conmemorativo. Ante la imposibilidad de dejar a su hija, la militar pidió un día de asuntos propios, que le fue denegado, al igual que a su marido.
La militar tiene reconocida una reducción de jornada de una hora diaria para el cuidado de su hija, con la consiguiente reducción de salario, que la exime también de participar en guardias, maniobras y otros actos, pero su disfrute está “supeditado a las necesidades del servicio”. El jefe del Tercio considera que asistir a la festividad de la Inmaculada –un acto que no tiene nada que ver con la instrucción, la seguridad o el cumplimiento de las misiones propias de las Fuerzas Aramadas– forma parte de las “necesidades del servicio”, que priman sobre el derecho a la conciliación familiar. En consecuencia, concluye, “su ausencia de un acto relevante supuso una lesión a la disciplina” que debe ser sancionada.