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Socialismo y educación a comienzos del siglo XX

Los socialistas españoles tardaron algo más en preocuparse por la educación que los anarquistas, pero en las Casas del Pueblo se dedicó mucha atención a esta cuestión y, además, se creó la Escuela Nueva, fundada por Manuel Núñez de Arenas en el año 1910, como un centro educativo y cultural, con dos grandes objetivos: difundir la Historia del socialismo, y proporcionar formación básica y profesional para los trabajadores, intentando cubrir una de las lagunas del sistema educativo español del momento. En esta Escuela trabajaron personas relevantes como Jaime Vera, A. Ovejero, García Morente, J. Besteiro, Fernando de los Ríos, etcétera.

Hasta el año 1915, la Escuela luchó por definirse como un proyecto cultural específico del socialismo español, pero fue criticada por algunos, acusándola de ser un ejemplo del fabianismo británico, y de permitir tener en su seno a oradores no socialistas, así como de ser más informativa que, realmente, formativa. A pesar de las turbulencias, la institución no se hundió y en el año 1918 contaba con 104 afiliados. Además, en ese año, sus Bases para un programa de Instrucción pública se presentaron como ponencia en el Congreso del PSOE, defendiendo un concepto socialista de educación. Este programa pretendía que la educación fuera un instrumento de liberación del individuo y de socialización de la cultura. Los socialistas defendían la coeducación, la laicidad, la autonomía escolar, una profunda renovación pedagógica y la gratuidad, conseguida a través de la aplicación de una política fiscal progresiva sobre el capital y la renta.

En relación con los docentes, los socialistas plantearon un modelo profesional y de formación muy novedoso en el programa político de 1918. El personal docente debía pertenecer a un cuerpo único y con preparación análoga, aunque con algunas diferencias en función de la especialidad. La formación se daría en facultades de pedagogía, primando las prácticas. Se tendrían que crear Consejos académicos para tratar del régimen académico, donde estarían representados los sindicatos y gremios profesionales. La importancia de estos Consejos sería tal que lo que allí se acordase debía ser puesto en ejecución por el Ministerio. Los Consejos solamente debían rendir cuentas a las Cortes.

Estos planteamientos educativos del PSOE son muy importantes porque serán la base de lo que luego se plantearía en la reforma educativa profunda de la primera época de la Segunda República.

Por su parte, la Escuela sufrió una profunda crisis en el año 1921 cuando su creador, Núñez de Arenas, se mostró partidario de la III Internacional, ingresando en el Partido Comunista. A raíz del golpe de Primo de Rivera, Núñez tuvo que exiliarse, la Escuela decayó y no pudo renacer en la República.

Eduardo Montagut. Historiador

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