La nueva iglesia es construida con dinero del Fisco y está ubicada dentro de la sede principal de la Policía.
Una constitucionalista y una activista de derechos humanos alegan que el proyecto viola el principio de la separación de Iglesia y Estado y la libertad de culto dentro del estamento de seguridad pública
Desde la avenida Omar Torrijos se observa la imponente estructura que quedará a la vista de los transeúntes. Es un templo católico que edifica la Policía Nacional dentro de los límites de su sede principal en Ancón. El costo: $495 mil.
Un letrero en la orilla de la calle indica que los fondos para la construcción de la obra son de las partidas presupuestarias de 2016 y 2017 del Fondo de Intercambio de Servicios para Cumplir con los Objetivos Institucionales (Fiscoi).
El proyecto es cuestionado por la constitucionalista Ana Victoria Sánchez, quien considera que no solo se viola el principio de libertad de culto, sino también la separación que debe existir entre la Iglesia y el Estado.
‘Aunque la Constitución reconoce al catolicismo como la religión mayoritaria, no quiere decir que no haya una obligación de separación entre la Iglesia y el Estado‘, alega la constitucionalista.
A esto se suma, añade, que no se garantiza la libertad de culto dentro de la Policía porque hay agentes de distintas creencias por derecho.
La construcción de un templo católico, analiza la constitucionalista, viola el derecho de libertad religiosa de los policías porque a los que profesan el catolicismo se les hace un reconocimiento con esa edificación, mientras que los demás que no son católicos no son considerados.
‘El personal de otras religiones no tiene acceso a su culto dentro de la institución’, apunta Sánchez.
Para la constitucionalista, la Policía como institución ‘tiene graves problemas’ en el tema de la separación de la Iglesia y el Estado porque en su lema integra una frase religiosa.
La activista de derechos humanos Celia Moreno también cuestiona el proyecto y apunta al presidente de la República, Juan Carlos Varela.
‘El gobierno de Varela se ha caracterizado por falta de separación de la Iglesia y el Estado y el abuso en donaciones a la Iglesia católica, tanto en terrenos, como en dinero’, señaló.
Durante los primeros 19 meses de gestión, Varela destinó $16.7 millones para cubrir gastos de asuntos religiosos, la mayoría del catolicismo, y hasta mediados del año pasado la cifra aumentó a $25 millones.
Al igual que Sánchez, Moreno considera que se viola, además de la separación de Iglesia-Estado, la libertad de culto.
Para Moreno, es muy lamentable que la Policía se gaste cerca de medio millón de dólares con todas las carencias sociales que tiene el país. No puede ser que mientras hay escuelas en malas condiciones, una institución del Estado como la Policía invierta esos fondos en la construcción de una iglesia. A juicio de Moreno, un gasto como ese es ‘despilfarrar el dinero y no priorizar las necesidades sociales de la ciudadanía’.
Muchas de sus promesas, como el sistema de alcantarillado, agua y viviendas, el presidente Varela no las ha cumplido, indicó la activista.
Esta realidad, apunta Moreno, es indicativo de que cada vez se hace más necesario un cambio constitucional para acabar con el régimen presidencialista y mantener una verdadera separación entre la Iglesia y los asuntos públicos.
Aunque se llamó a la Policía Nacional y se solicitó enviar un correo electrónico con preguntas sobre la obra, al cierre de esta nota no hubo respuesta.
