Dolores Carrión, delegada del Gobierno, se ha puesto en contacto telefónico con los manifestantes, según Luis Vega, presidente de la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores
Dolores Carrión, delegada del Gobierno en Madrid, ha contactado hoy con los convocantes de la marcha laica del 17 de agosto, víspera de la visita papal, para fijar una reunión mañana, según ha declarado Luis Vega, presidente de la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL). Se abre así, una "vía de diálogo" sobre el recorrido, que fue rechazado en un primer momento por la Delegación. El líder de los ateos está satisfecho con la decisión de Carrión porque "es muy positivo para todos e indica un criterio de responsabilidad", por su parte. Aunque Vega reconoce que todo es negociable, se muestra tajante con el recorrido de la marcha: "el trayecto Tirso de Molina-Sol es irrenunciable para nosotros". Este tramo coincide con la presencia de más de millón y medio de peregrinos y turistas con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud y fuentes del Gobierno que harían cumplir la legalidad con todos los medios que estuvieran a su alcance.
Los convocantes de la manifestación (más de un centenar de organizaciones entre partidos políticos, sindicatos e iglesias de base) protestan "por la manera en la que se hace la Semana de la juventud católica, no porque venga Benedicto XVI". No están de acuerdo en que esta celebración se pague con los impuestos de todos y se utilicen servicios públicos e instituciones "en un Estado formalmente aconfesional, según la Constitución". La Comunidad de Madrid, por su parte, se ha negado hasta ahora a negociar. La consejera de Presidencia y Justicia, Regina Plañiol, pidió ayer a Carrión, que "elija otras fechas" para la marcha, prevista un día antes de la llegada de Benedicto XVI. "A ver qué nos plantea mañana la Delegación", añade Francisco Delgado, de Europa Laica.
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