Los principales partidos han aplazado el debate sobre la laicidad de los funerales de Estado, que no están regulados en España, tras los atentados de Cataluña. ERC impulsó esa discusión en junio, cuando el Congreso aprobó una moción instando al Gobierno a presentar un proyecto de Ley de libertad religiosa que sustituyera al actual, de 1980, y “avanzara hacia una sociedad más laica”. Sin embargo, las 15 víctimas mortales y los heridos de los atentados han sido honrados con una misa en la catedral de la Sagrada Familia y con una ceremonia interreligiosa.
El PP considera que “no es el momento” de legislar para regular el carácter laico de los funerales de Estado, según fuentes de su dirección nacional. El PSOE, Podemos y Ciudadanos están de acuerdo en «avanzar en la laicidad», pero tampoco consideran que sea el momento de aprovechar la minoría parlamentaria del Gobierno para afrontar un asunto siempre espinoso. Solo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero intentó regular la materia, sin éxito.
El PSOE apuesta por “avanzar en el principio de neutralidad religiosa, garantizando la laicidad del Estado”, según la ponencia política y social aprobada en el 39º congreso. Los socialistas entienden sin embargo que ahora, apenas una semana después del atentado, “no es el momento” de abrir este debate, señalan fuentes del partido.
Podemos coincide con ERC en la sustitución de la actual ley de libertad religiosa “por una ley de libertad de conciencia que garantice la laicidad del Estado y su neutralidad frente a todas las confesiones religiosas”, dice su programa electoral, así como la “supresión de las celebraciones y de la simbología religiosa en los actos oficiales”. El partido de Pablo Iglesias no cierra la puerta a apoyar la propuesta concreta que se ponga sobre la mesa, pero todavía no quiere comprometerse sin conocer su contenido. “Estamos a la espera de que ERC nos detalle su propuesta”, afirma un portavoz de la formación.
“Estamos a favor de la regulación”, explicó José Manuel Villegas, el secretario general de Ciudadanos y número dos de Albert Rivera, en conversación con EL PAÍS. “Lo normal es que la ceremonia fuera laica”.
La Constitución establece que “ninguna confesión tendrá carácter estatal”. También, que “los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”.
La historia reciente de España está llena de funerales de Estado con componentes religiosos. La catedral de La Almudena, en Madrid, acogió en 2004 una multitudinaria misa funeral por las víctimas del atentado del 11-M. Ese templo también fue el elegido para el último adiós al expresidente Adolfo Suárez, en 2014, o para la misa de homenaje y recuerdo a las víctimas de los terremotos ocurridos en Ecuador en la Catedral de La Almudena, en mayo de 2016. Aquella ceremonia reunió en primera fila también al líder de Podemos, Pablo Iglesias, y a la diputada de Izquierda Unida Sol Sánchez, siendo este último partido especialmente beligerante con el avance en la laicidad.
También la basílica de Barcelona acogió en 2015 la misa funeral por las víctimas del accidente aéreo de los Alpes. Los atentados de Barcelona no fueron una excepción: hubo una misa en la Sagrada Familia y el Ayuntamiento, con la colaboración de la Generalitat, organizó también una ceremonia interreligiosa en el Museu Marítim de Barcelona a la que acudieron representantes de todas las confesiones y de colectivos de tradición laica o atea.