A la caída de la tarde como es costumbre, tuvo lugar el domingo la procesión de la Virgen de la Esperanza, que cada año marca el final de los días de fiestas que el pueblo de La Redondela celebró en su honor. Acompañada por la Banda de Música Virgen del Rosario de Ayamonte, la imagen de la Virgen salió en su paso acompañada por un amplio cortejo de vecinas y devotas que vistieron la típica mantilla española.
No faltaron tampoco en la comitiva las autoridades locales, presididas por el alcalde de La Redondela, Salvador Gómez, con la Corporación de la entidad local, así como una representación de la Corporación del Ayuntamiento de Isla Cristina en la persona de su primer teniente de alcalde, Julio Suárez; así como el jefe de la Policía Local y una representación de entidades religiosas y asociativas de otras poblaciones de la comarca.
El vistoso cortejo discurrió por las calles históricas de la Villa, con su acostumbrada parada en la Plaza del Concejo, delante del edificio del Ayuntamiento de La Redondela, donde se pujaron las varas presidenciales para la próxima procesión y donde terminó la representación oficial. A partir de aquí la Virgen fue acompañada por el pueblo.
Pasada la medianoche, antes de la entrada del paso en la iglesia, un gran castillo de fuegos artificiales puso el broche oficial a los día de fiesta, aunque la verbena popular se prolongó un tiempo más en la Plaza del Concejo.
Por la mañana, a las 11:30 tuvo lugar uno de los actos de mayor fervor y devoción de los redondeleros hacia su Patrona la Virgen de la Esperanza: la Solemne Misa, a la que asistieron numerosos fieles que llenaron por completo el templo parroquial del siglo XV.
La misa la celebró el párroco de la localidad, José Ramón Verea, y fue cantada por el tenor de Ayamonte Francisco Javier Vera. Al oficio religioso, acompañando a la junta de gobierno de la Hermandad de la Patrona, encabezada por su hermano mayor, José Luis Suárez, asistió una amplia representación institucional como cada año.
