Australia ha indicado, por primera vez en su historia, una mayoría clara en la cantidad de gente que profesa no tener una religión sobre los que si la tienen.
Este dato es impactante, al menos para las instituciones religiosas establecidas en el país, y que habían mantenido desde sus inicios en 1788, año donde fue celebrada la primera misa católica romana en territorio australiano, una clara superioridad numérica en comparación con otros cultos.
En la más reciente encuesta realizada por el gobierno australiano destinada para registrar la contabilidad de religiosos, se observó que un total del 30.1 % de la población, alrededor de siete millones de personas, indicó ser ateo, agnóstico o secular.
Esto implica un aumento importante en la cifra indicada en 2005, en donde solo el 22% de gente declaró haber decidido dejar de profesar sus creencias u optó por no indoctrinar a sus hijos en la práctica de ninguna fe.
Hasta este año, Australia siempre se había definido como una nación cristiana-católica. De hecho, en conjunto, todas las religiones basadas en los preceptos cristianos como el catolicismo, el presbiterianismo, el anglicanismo entre otros, suman en conjunto el 50% de los creyentes en el país continente, siendo los católicos la cantidad más importante en esa suma, llegando a representar el 22%.
Sin embargo está cantidad ha estado cayendo de forma alarmante en los últimos 50 años. En 1966 el 86% de Australia se denominaba a sí mismo como cristiano, para 1991, ese por ciento había bajado hasta un 74%.
Fue la gente entre 18 y 34 años la más propensa a declarar que no practicaba credo alguno. Más del 39&% en comparación con otros grupos. Por otro lado, la población de más de 65 años fue la más abierta en declarar su religión.
El islamismo y budismo con el 2.6% y el 2.4% de seguidores, fueron las religiones más significantes en el conteo.