El ataque contra el hotel Resorts World Manila fue reivindicado por el Estado Islámico, pero las autoridades no hallaron signos de un atentado terrorista
Un casino y un hotel de Manila, capital de Filipinas, fueron atacados el viernes por un hombre armado, un atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico. El ataque dejó al menos 37 muertos, anunció la Policía la noche del jueves, corrigiendo así informaciones previas de que no se reportaron víctimas.
El oficial Tomas Apolinario señaló a los medios que los fallecidos se encontraban entre la segunda y la octava planta del complejo de ocio Resort World Manila, que alberga un hotel, un cine, un casino y una galería comercial, recoge el diario «Inquirer».
El ataque se produjo a medianoche del miércoles cuando un varón con una carabina M4 entró en la segunda planta del complejo y comenzó a quemar mesas de juego con gasolina, intentar robar fichas del casino y disparar.
Al menos 54 personas resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad, durante la estampida general al escucharse los primeros disparos y por intoxicación de humo, mientras que la Policía confirmó que ninguno fue alcanzado por las balas.
El director General de la Policía, Ronald Dela Rosa, descartó el incidente como acto terrorista y lo calificó de robo, a pesar de que el Estado Islámico (EI) ha reivindicado el asalto.
En Internet se divulgaron imágenes de personas siendo evacuadas.
«Él no disparó a nadie (…) Si fuese un terrorista, sembraría el terror», declaró a los medios Dela Rosa.
El cadáver calcinado del sospechoso fue hallado en la quinta planta del hotel.
La Policía asegura que el presunto responsable se atrincheró en la habitación 501, se envolvió en sábanas rociadas de gasolina y se prendido fuego a sí mismo, en lo que ha sido catalogado como suicidio.
Conforme a la versión oficial, el móvil del asalto era hacerse con un botín de 130 millones de pesos filipinos (unos 2,6 millones de dólares) en fichas del casino.
Las autoridades han reforzado la seguridad del aeropuerto internacional Ninoy Aquino, cercano al casino asaltado, el palacio de Malacañang, embajadas y ministerios, entre otros emplazamientos de la capital filipina.
El asalto del complejo de ocio coincide con los enfrentamientos entre Ejército y yihadistas del Grupo Maute, afín al Estado Islámico, en la sureña ciudad de Marawi que continúan hoy por undécimo día.
Los combates en esa ciudad de la región de Mindanao, de mayoría musulmana, han causado más de 170 muertos, y según analistas locales no tienen visos de concluir a corto plazo.