Un magistrado del Supremo contrapone el cristianismo con el derecho a la igualdad.
El magistrado de la Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) Adolfo Prego de Oliver aseguró ayer, en el marco de las jornadas universitarias de los Pirineos que se celebran en Torreciudad, que en España mueren menos mujeres en casos de violencia machista "gracias a los valores cristianos".
Así lo aseguró en un comunicado la Universidad de Navarra recogido por Efe, organizadora de las jornadas, en las que participó como ponente el magistrado, quien en su intervención destacó que en España la media de mujeres asesinadas es "la mitad que la europea", algo que vinculó directamente con la religión y con el cristianismo. En su intervención, ante un centenar de universitarios, Prego de Oliver aseguró que en los países mediterráneos hay más desigualdad entre los sexos, aunque "se matan menos mujeres gracias a los valores cristianos". No especificó sin embargo, en qué tipo de estudios basaba estas aseveraciones.
IGUALDAD El magistrado explicó, además, que mueren más mujeres "donde el derecho a la igualdad está más asumido", e hizo hincapié en que para luchar contra la violencia machista "es básica la recuperación de los valores y de la educación religiosa".
Este veterano magistrado indicó, además, que las soluciones que se están aportando desde distintas instancias "no funcionan", y agregó que en España están aumentando los casos de maltrato "porque no se ha sabido identificar bien el problema".
Por todo ello se mostró partidario de buscar soluciones al machismo en una educación de los niños en valores, "y no tanto en políticas basadas en los conceptos de igualdad y fraternidad".
SIN VALORES Prego, con 34 años de carrera judicial y con unas creencias claramente cristianas, advirtió, además, de que la búsqueda de la verdad en el derecho penal ha perdido peso por un "tsunami cultural que busca la eliminación de los valores y provoca una degradación del hombre".
"Por esta razón, lo bueno y lo malo ya no importan en el derecho penal y solo se busca el acuerdo y la utilidad", destacó el magistrado, para quien "con esto se justifica todo y se abren las puertas a regímenes totalitarios".
Este juez conservador lamentó por otra parte, el "odio contra la religión", que achacó a la "incultura", y subrayó que los valores cristianos "son el sustrato básico de la teoría general del delito". "Cuando se dice que el cristianismo lastra la investigación científica, el progreso y la libertad –concluyó–, es mentira". Y aseveró que "sin el cristianismo no existiría ni Occidente ni la civilización".