El gabinete del Benjamin Netanyahu aprobó el proyecto, que choca de lleno contra el rito musulmán de llamar a la oración utilizando grandes parlantes en sus templos. El texto llegará al Parlamento este miércoles. “Esta es una ley social y vamos a seguir impulsándola para evitar coartar la libertad religiosa”, aseguran sus redactores
Los ministros del gobierno de Israel aprobaron una legislación que prohíbe a las instituciones religiosos utilizar altavoces en la vía pública, una medida que la comunidad musulmana acusa de discriminatoria.
La llamada «ley del muecín», en referencia al miembro de una mezquita que se encarga de hacer el llamado a la oración, fue votada en el comité ministerial sobre legislación del gobierno del Primer Ministro, Benjamin Netanyahu, y se espera que sea enviada al Knesset (Parlamento) el miércoles.
«Queremos evitar disturbios en el sueño de toda la población», dijo Moti Yogev, del partido ortodoxo La Casa Judía, que presentó la legislación. «Esta es una ley social y vamos a seguir impulsándola en cooperación con todos los partidos para evitar coartar la libertad religiosa«, agregó tras conocerse la aprobación del gabinete, según informó el periódico israelí The Jerusalem Post.
Si bien la medida rige sobre sinagogas, mezquitas e iglesias por igual, líderes musulmanes en Israel consideran que afecta mayormente al llamado a la oración, o adhan, que se realiza con altavoces desde las mezquitas,realizado cinco veces al día en la tradición sunita y tres veces en el chiismo.
La crítica aumentó especialmente luego de que el texto original de la ley fuera modificado para prohibir el uso de altavoces sólo en el horario nocturno, entre las 11 pm y las 7 am, para evitar así afectar las sirenas que anuncian el sabbat judío al atardecer del sábado.
De esta manera, el texto aprobado el domingo efectivamente prohíbe el primer llamado del día en el rito musulmán.
«Esta ley no tiene que ver con ruidos o con calidad de vida, sólo con incitación racista contra una minoría nacional», dijo Ayman Odeh, un árabe israelí miembro del Knesset, al Jerusalem Post. «La voz del muecín se escuchaba antes de la llegada de los racistas del gobierno de Netanyahu y se escuchará después», agregó.
También el presidente israelí, Reuven Rivlin, se mostró el año pasado en contra de esta ley. «Sería una vergüenza que surja una ley que afecta la libertad de culto de un grupo específico entre nosotros«, dijo durante una reunión con representantes de diferentes religiones practicadas en Israel realizada en noviembre, según consigna el periódico The Times of Israel.
Si la ley se aprueba afectará a todos los centros religiosos en Israel y también en el este de Jerusalén, área mayormente musulmana que se encuentra bajo control israelí, aunque no tendrá efectos en la mezquita de Al Aqsa, uno de los sitios más sagrados del Islam, según reporta la agencia AFP