Sánchez ya tiene en su cabeza ese «nuevo» PSOE y ha elaborado un decálogo de ideas, que ha compartido en su cuenta de Twitter.
1- Autónomo y libre de injerencias.
2- Que sea la fuerza del cambio en España.
3- De izquierdas.
4- Plural y diverso, de liderazgos compartidos.
5- Coherente y creíble.
6- Que sea la fuerza que vertebra España.
7- Feminista, ecologista, laico, federalista, que impulse la educación y la cultura y reivindique la memoria histórica.
8- Donde la militancia decida.
9- Que sea el partido de los jóvenes.
10- Unido.
Sánchez anunció el sábado pasado en Dos Hermanas (Sevilla) que se va a presentar a las primarias del partido en mayo. Su principal argumento es que es el candidato de la «militancia» y desde su entorno siempre se repite que esta gira por toda España la hace para escuchar a los afiliados que «nunca han sido escuchados».
Dice que hay «agua en la piscina». Y, además, no quiere perder tiempo frente a Patxi López, que desveló sus planes el mismo fin de semana de enero que el Comité Federal aprobó el calendario congresual -que concluirá en el cónclave de los días 17 y 18 de junio-. El actual sector crítico está dividido entre los partidarios del exsecretario general y los del exlehendakari. El sector oficialista tiene como referente a la presidenta andaluza, Susana Díaz, que todavía no ha despejado públicamente la duda de si luchará por Ferraz.
La primera gran guerra que se abrirá será la recogida de avales. Los aspirantes necesitan unos 9.000 (el 5% del censo) para luchar en la consulta final. Será el momento en el que cada precandidato demostrará el músculo interno y, según varios dirigentes socialistas, esto podría llevar a que alguno se retirase para unir fuerzas. Por el momento, tanto Patxi López como Pedro Sánchez rechazan esta opción y dicen que llegarán hasta el final.
