Resulta lamentable que el compromiso de la iglesia para la autofinanciación que se recogía en los Acuerdos de 1979 no se haya cumplido y que ningún gobierno haya actuado pra llevarlo a término. Por su parte los obispos siempre defienden los privilegios que le otorgan dichos Acuerdos, pero se «olvidan» de cumplirlos en este punto que no les interesa. No estamos por un sistema como el alemán, que convierte al Estado en el recaudador de las religiones, aunque eso ya sería un gran avance respeto a la situación que vivimos en España. El tema es bien sencillo, la financiación de cada religión debe ir a cargo directamente de sus fieles, sin la privilegiada financiación pública que gozan en la actualidad y que vunelra el principio de igualdad, de no discriminación, de libertad de conciencia, de neutralidad del Estado o de aconfesioanlidad.
Afirma que, si se prohíbe la asignación tributaria por medio del IRPF, “los católicos se movilizarían”
Ahora le ha tocado el turno a En Comú Podem. El grupo parlamentario ha registrado una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados por la que insta al Gobierno a elaborar un «calendario de adaptación» de cinco años para que la Iglesia Católica consiga su completa autofinanciación a través de las donaciones de los fieles. En Europa, tanto la Iglesia católica como otras confesiones, se financian por otros modos distintos a la asignación tributaria del IRPF.
Los ciudadanos pueden decidir que el 0,7% de sus impuestos se destine al sostenimiento de la labor de la Iglesia católica. Y esto es lo que suprimir Unidos Podemos para que los fieles financien totalmente a la Iglesia en cinco años.
«Si se prohíbe a la Iglesia este tipo de financiación, que es absolutamente legítimo, creo que los católicos espabilarían para conseguir más aportaciones», considera María Vázquez, directora general de Gestión Fondo Educativo.
Esta experta financiera asegura a Religión Confidencial que existen otros modos para conseguir más fondos. «Sacar rentabilidad al patrimonio de la Iglesia no es especular, es saber autofinanciarse para servir mejor a la sociedad y llevar a cabo los objetivos sociales y caritativos de la Iglesia», explica esta experta financiera.
María Vázquez pone como ejemplo, la Iglesia católica en Alemania y la anglicana en Inglaterra.
Por ejemplo, la Iglesia católica en Alemania recibe 5.500 millones de euros. El mayor porcentaje de esta recaudación proviene de un impuesto directo que los católicos aportan a la Iglesia, «impuesto que no se le quita al Gobierno, sino que lo destinan directamente para el sostenimiento de su confesión religiosa», apunta María Vázquez.
Con 560.000 empleados, Caritas es el segundo empleador más grande del país después de Volkswagen. Se da la circunstancia de que muchas actividades caritativas católicas internacionales se financian con parte del dinero alemán.
Por su parte, la Iglesia anglicana recibe 1.000 millones de libras para su sostenimiento de unas 13.000 parroquias y 43 catedrales. Alrededor de tres cuartas partes (750 millones de libras) proviene de los fieles en las parroquias, igual que en España. Otros 200 millones son de donaciones que se pueden desgravar.
Una tercera forma de autofinanciarse es lo que se conoce comoendowment, y que utiliza la Iglesia norteamericana. María Vázquez es experta en endowment: «Es algo propio de las fundaciones. Se trata de un fondo constituido por una aportación inicial de la fundación y que se gestiona por profesionales expertos del mundo financiero; la rentabilidad conseguida año a año se destina tanto a financiar proyectos deficitarios como a acrecentar el patrimonio para seguir generando beneficios a largo plazo», explica.