Luego de ser confrontado por voz con su víctima, un sacerdote católico identificado como José Antonio Santiago Santos, de 54 años, fue procesado por el juez Jaime Banuchi Hernández, del Tribunal de Bayamón, por actos lascivos en contra de un discapacitado mental de 31 años.
Agentes de la división de Delitos Sexuales del CIC de Bayamón investigaron la supuesta agresión sexual ocurrida en dependencias de la iglesia Espíritu Santo, localizada en la urbanización Bella Vista, en Bayamón.
La denuncia la presentó David Cruz Colón, hermano de la víctima quien alegó que el sacerdote cometió actos lascivos contra su hermano de 31 años quien tiene condiciones mentales.
El arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, informó que le fueron retiradas facultades para ejercer su ministerio al sacerdote José Antonio Santiago Santos, de 54 años, acusado de actos lascivos, y anticipó que se espera por el proceso canónico para una “acción definitiva” por parte de la Iglesia Católica.
Sobre el caso de Santiago Santos, adelantó que “una vez finalizado el proceso civil y el canónico, y dependiendo de sus resultados, se tomará una acción definitiva al respecto. Si el sacerdote resultara culpable en estos procesos, la medida cautelar de suspensión del ejercicio de su ministerio sacerdotal podría ser permanentemente impuesta”.
Agentes de la División de Delitos Sexuales de Bayamón investigaron la supuesta agresión sexual ocurrida en dependencias de la iglesia Espíritu Santo, localizada en la urbanización Bella Vista, en Bayamón.
Respecto del incidente, González Nieves indicó que se aplica el procedimiento de la Conferencia Episcopal para los casos de supuesta conducta impropia.
“Este procedimiento aplicará de manera específica en aquellos casos donde se alegue que un clérigo haya incurrido en un delito de abuso sexual contra menores según legislado en las normas de delitos más graves y modificadas por decisión del Romano Pontífice Benedicto XVI el 21 de mayo de 2010. Se considera menor a quien no ha cumplido 18o años o al adulto con uso imperfecto de razón”, declaró.
Agregó que “debido a que el sacerdote pertenece a una orden religiosa, en este caso a la Orden de la Santísima Trinidad, he actuado conforme establece nuestro procedimiento antes mencionado”.
El arzobispo indicó que durante la mañana de hoy conversó con el Superior de la Orden Religiosa a la cual pertenece el sacerdote.
“Le indiqué que inmediatamente le quedan retiradas las facultades para ejercer su ministerio sacerdotal en la arquidiócesis”, aunque advirtió que “esta medida cautelar no es una pena ni una adjudicación anticipada de los hechos”.
La agente Doris Rivera Ortiz, de la división de Delitos Sexuales del CIC de Bayamón, se hizo cargo de las pesquisas y llevó el caso ante la fiscal de turno para la presentación de los cargos correspondientes.
El magistrado encontró causa probable para arresto y le fijó una fianza de 50 mil dólares, que fue cancelada. A Santiago Santos se le colocó un grillete electrónico hasta la vista preliminar de la causa.