España cuenta con casi dos millones de personas que profesan la religión musulmana, un colectivo religioso que ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años. Hay más de mil centros de oración repartidos por toda la geografía española, incluyendo cientos de locales particulares. Según las fuentes consultadas por Europa Press, al menos en un 6% de ellos se profesan mensajes radicales, contrarios al discurso oficial de los representantes de la comunidad islámica.
Según el Estudio Demográfico de la Población Musulmana elaborado por la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE) y el Observatorio Andalusí, el número de musulmanes es de 1.887.906 personas. Esto supone 29.497 musulmanes más que en 2014, un crecimiento del 1,6 por ciento. Solo en los últimos cinco años hay 300.000 musulmanes más en España.
Crece especialmente el número de españoles que profesan la religión del Corán, bien sea porque han adquirido la nacionalidad o porque ya han nacido en España. También hay un goteo de gente que, desde los años 60, ha ido abrazando esta religión y que hoy suman 22.808 personas. En 2015 los musulmanes de nacionalidad española aumentaron un 8,4% (hasta llegar a las 779.080 personas) mientras que los musulmanes llegados de otros países se redujeron un 2,7% (aún son mayoría con 1.108.826 personas).
Llegan sobre todo desde Marruecos, Pakistán, Argelia, Senegal y Nigeria y su presencia crece sobre todo en Melilla, Murcia, País Vasco, Alicante, Almería, Cádiz, Cuenca, Granada, Huelva y Palencia. En los años cuarenta se inició una inmigración musulmana, cuyos descendientes siguen viviendo en España. Más de la mitad de los musulmanes españoles (433.030 personas) son hijos, nietos y bisnietos ya nacidos en suelo español.
Por autonomías, las que cuentan con un mayor número de ciudadanos musulmanes son Cataluña con 510.481, Andalucía con 300.460, Madrid con 278.976 y la Comunidad Valenciana con 200.572. Por municipios, destacan Barcelona, Ceuta, Madrid y Melilla, seguidos por Badalona, Cartagena, El Ejido, Málaga, Murcia, Terrassa, Valencia y Zaragoza. Los que menos tienen son Orense, Zamora y Palencia.
La Comisión Islámica de España que preside Riay Tatary calcula que en España hay en torno a 1.200 lugares de culto, de los cuales solo 12 son mezquitas de nueva planta, entre las que se encuentran las dos de Madrid –la central de Tetuán y la de la M-30–, la de Valencia, las tres de Málaga, la de Granada, las dos de Ceuta y las dos de Melilla; y el resto son locales o pisos habilitados como lugar de culto.
Mezquitas
Por su parte, el observatorio del pluralismo religioso en España (que depende del Gobierno) cifró el pasado junio en un total de 1.334 lugares de culto. Este dato supone el 21% dentro del total de los lugares de culto de todas las religiones presentes en España.
Las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por Europa Press elevan la cifra de «lugares de culto de todo tipo y situación legal» hasta los 1.400 aproximadamente. Ahí se incluyen inmuebles particulares, locales, bajeras, garajes… De esa cifra, los expertos en terrorismo yihadista calculan que al menos en un seis por ciento se profesan mensajes radicales. Se trata de una minoría, pero afectaría a algo más de 80 centros en España.
Estos mensajes radicales se detectan principalmente a la hora de hacer valoraciones de tipo político o al analizar conflictos internaciones, apuntan estas fuentes. En cualquier caso, los lugares de culto o mezquitas han perdido influencia a la hora de radicalizar a sus fieles en favor de Internet y las redes sociales, actual foco de captación y proselitismo de las ideas yihadistas.
«Radicales, no violentos»
«Se puede hablar de mensajes radicales, pero no violentos», advierte Tatary, quien considera un «error» hablar de porcentajes al abordar estas cuestiones y ve injusto la relación entre Islam y terrorismo: «el 99% de los musulmanes son gente que quiere el bien para todos».
Así se expresaba Tatary en relación a la violencia terrorista el pasado enero: «La protección y valor de la vida humana, así como la prohibición clara y expresa de matar de ninguna manera por ningún motivo a otro ser humano, son imperativos coránicos y mahométicos, islámicos por tanto, y que se proclaman por todas las mezquitas de España, lugares de paz y oración».
Según los datos del Ministerio del Interior, desde el 11-M han sido detenidas 617 personas en España por yihadismo. Solo el año pasado se registraron 75 arrestos y en lo que va de 2016 se han producido 14. «La mayoría de los detenidos eran de fuera o de regiones limítrofes con Ceuta», indican desde la Comisión Islámica de España.
Detenidos yihadistas
El Real Instituto Elcano ofrece datos a ese respecto: Hasta un 40,5% del total de detenidos en España desde 2013 hasta noviembre de 2015 por actividades relacionadas con el terrorismo yihadista nacieron en España, según un estudio de los investigadores Fernando Reinares y Carola García-Calvo.
Sobre la edad de los detenidos en los últimos dos años, el documento indica un rejuvenecimiento en el perfil. El 67,6% tenía entre 20 y 34 años en el momento del arresto, si bien la edad media de las mujeres era más baja que la de los hombres, 22,7 años frente a 30 años. Hay además una importante presencia de conversos -que se convirtieron al islam y se radicalizaron hasta implicarse en el terrorismo yihadista-, el 14,5% del total de detenidos desde 2013 en España.
El Gobierno activó un plan integral de prevención de la radicalización a partir del cual se establecen focos de radicalización. Desde Interior se admite que tienen diagnosticados focos de radicalización, la mitad están en Cataluña.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, fue preguntado el pasado 29 de marzo acerca del riesgo de que en España existiese un barrio como Molenbeek (que ha resultado refugio de yihadistas en Bélgica). Hizo un llamamiento a «permanecer muy activos y no bajar la guardia para que esos guetos no se den» y añadió que «siempre toda política de inmigración debe tener la acogida y luego la integración como objetivo». «No lo estamos haciendo mal del todo», zanjó.
Desde la Cie alertan de que se ha experimentado un repunte de ataques de islamofobia con alguna agresión y pintadas amenazantes contra esta comunidad que se reflejará en su próximo informe de islamofobia, aunque advierten de que España aún está muy lejos de la hostilidad que se sufre en otros países de Europa.
El Ministerio del Interior hizo público el pasado febrero su estudio anual sobre la evolución de los delitos de odio en 2015. No se detallan los incidentes contra musulmanes, pero según el Ministerio, son los mayoritarios dentro de la categoría de Creencias y Prácticas Religiosas (en el que no se incluye el antisemitismo, que tiene categoría propia). Se registraron 70 casos, siete más que el año anterior y supone un 5 por ciento dentro de los delitos de odio.
Confesiones
Entre los casi dos millones de musulmanes en España se agrupan distintas confesiones, si bien la inmensa mayoría son de la rama suní del Islam y, en concreto, viven su fe de acuerdo a las escuelas jurídicas propias del sunismo, informan desde la Cie. Eso a pesar de que en la zona del Magreb tiene una gran implantación la escuela del Imán Maliki, de corte más rigorista.
Los chiíes son minoritarios y se limitan prácticamente a los musulmanes de origen iraní y una pequeña comunidad de iraquíes presente en España. Según la Cie, también hay otras confesiones minoritarias como el movimiento Tabligh o los Hermanos Musulmanes, esta última de corte islamista.