La temática que vamos a abordar refiere a las tradiciones culturales y religiosas, y su incidencia en nuestra sociedad, principalmente desde un enfoque que tiene que ver con organizaciones, instituciones o personas que tienen tan arraigadas estas tradiciones que ejercen su función bajo esa influencia, traspasando límites que van de lo privado a lo público.
Sin dudas, para analizar la cultura de un país debemos considerar entre otros factores, su historia y su geografía.
No contamos con el tiempo suficiente como para exponer hoy aquí los orígenes, las causas que dieron lugar a la diversidad cultural que poseemos. Pero sí podemos decir a grandes rasgos, que es producto de la posición estratégica de nuestro territorio, de la organización de una población sin unidad cultural ni lingüística, de la contribución de conquistadores, invasores e inmigrantes, pero también del compartimento de componentes culturales con países vecinos, como Brasil y Argentina.
Así se construye entonces, un país pluricultural, nuestro patrimonio cultural está compuesto de tradiciones criollas, cultura afrouruguaya y de usos y costumbres de inmigrantes europeos. Este patrimonio es el que nos otorga identidad y es fuente esencial del desarrollo, porque se constituye en un fenómeno que propicia la igualdad de oportunidades para el desarrollo de potencialidades individuales.
País abierto a lo extranjero, integrador de costumbres y pautas culturales, así muchos nos ven.
Pero también como una cultura homogénea y una identidad auténticamente uruguaya.
Siendo consecuentes con nuestras raíces histórico-culturales, nuestra preocupación continúa siendo la de elevar la calidad y presencia de nuestra cultura en la cotidianidad, y la preservación de nuestra identidad y de los más genuinos valores humanos de cara a la construcción de un mundo mejor.
Y como hablar de cultura, es hablar de sociedad, pues ésta ejerce decisiva influencia sobre la misma, veremos también cómo cada vez más, cobra mayor vigor la concepción de tradiciones culturales como pilar para la satisfacción de necesidades no solo materiales sino también espirituales.
Y dentro de este contexto las religiones son una expresión de una tradición, que tienen por objeto el actuar con sus bases religiosas sobre los problemas socioculturales para incidir en la sociedad.
Aunque religión y cultura parezcan dimensiones alejadas, su interrelación genera impacto sobre la dinámica social, determinando formas de pensar que se traducen en expresiones cotidianas, definitorias por ende de la cultura que se posee.
En esta ponencia no se pretende cuestionar la religiosidad, ni las creencias personales, me propongo plantear una preocupación: ante la amenaza de vertiginosos cambios que pueden transformar nuestros patrones culturales, el debate se encuentra inmerso en las consecuencias que produce el hecho de intentar ubicar fenómenos religiosos y/o culturales en órbitas que no le corresponden, provocando impacto en la estructura social y sus formas de interacción, violentando al estado laico.
De qué manera influyen los comportamientos culturales y religiosos en la identidad nacional? ¿Como lidiar con las diferencias?
Vamos a analizar algunos de los grupos religiosos que existen en nuestro país, qué hacen, de qué forma ejercen influencia y cuál es la influencia que ejercen o pretenden.
Nuestra sociedad está tratando de identificarse con un ideal colectivo, y las políticas culturales están sufriendo modificaciones, que son necesarias, pero que hay que observar muy bien como se llevan a cabo.
A la hora de integración de otras culturas, la problemática se presenta en aquellas diferencias que son radicales, como las religiosas o étnicas.
Muchas veces no se emigra por elección propia, razones políticas o religiosas, condiciones de vida adversas, en fin…muchos pueden ser los motivos.
Pero uno de los factores más tenido en cuenta a la hora de elegir a Uruguay es su impronta laica. La Constitución no establece filiación religiosa, la escuela pública es laica…
Debido a que Uruguay es un Estado laico, cada comunidad tiene la oportunidad de practicar su culto o credo, libremente.
La evidencia empírica nos muestra que la consideración de la religión se ha visto incrementada. Y que existe una tendencia a la espiritualidad fuera de los ámbitos formales de la religión.
Sin dudas, la Iglesia Católica ocupa un lugar preponderante en las preferencias religiosas de los uruguayos. No obstante, ha disminuido su número de adeptos, y se percibe un incremento de los adeptos a otros movimientos religiosos. La caída fue del 22%.
Existen sólo en Montevideo, por ejemplo, más de 60 organizaciones religiosas con muy diversos grados de inserción social y de institucionalidad. Veamos algunas, porque sería imposible tratarlas a todas.
Como podemos apreciar nuevas tradiciones religiosas que no provienen del catolicismo, pero apelan al Dios de los cristianos, se suman al abanico de opciones religiosas alcanzando visibilidad pública en Uruguay, tanta que hasta han adquirido cargos públicos, como bancas en el Parlamento apelando a la misma religión para conseguir votos.
Estos cultos están ejerciendo influencia en la cultura nacional, desde mi punto de vista reafirmando además tendencias poco igualitarias en materia de creencias y tolerancia, incrementando las diferencias en algunos sectores sociales, e impidiendo el progreso y desarrollo de la sociedad, en materia de normativas, leyes y reglamentación.
Los cultos afrobrasileños y pentecostales, por ejemplo, son cultos que están creciendo, ofreciendo soluciones mágico-religiosas. Los afrobrasileños son una expresión religiosa con gran visibilidad pública, presencia mediática, festivales públicos; recordemos las ceremonias de expresión de religiosidad popular del Día de Yemanyá, por la cual se erigió un monumento en la Rambla de la Playa Ramírez, así como en varios Departamentos del Interior del país, otorgándoseles de esta forma legitimación e inserción.
Una de las principales e importantes influencias que las tradiciones religiosas y culturales ejercen es en la política, en el Parlamento, más específicamente en aquellos actores de la sociedad que elaboran leyes. Es por ello que quiero enfocarme en este aspecto, con respecto a algunas religiones.
Hoy este culto tiene a su principal referente umbandista ocupando una banca en el Parlamento, en el sector Frente Amplio. Cada vez que se tratan proyectos de ley vinculados a la equidad social, derechos humanos y diversidad cultural, es la referente quien asume la titularidad. Esto es preocupante, porque no se está planteando la posición de un sector político, sino que se está llevando al Parlamento la posición de una religión particular.
Y al respecto nos dice ella misma en su página personal de Facebook: “Yo mujer negra, política y religiosa. Se me ha cuestionado en algunas oportunidades que utilizo la religión para “hacer política” y bienvenidas las críticas pues ayudan a mejorar. Mi pregunta es cómo haría para desdoblarme. ¿Acaso desmembrarme? ¿Cómo pordría hacer lo que sea que haga sin ser lo que soy? ¿Sin ser yo y todas mis implicancias y compromisos?”..
No cuestionamos su color de piel, ni su color político ni su pertenencia a una religión. Cuestionamos la injerencia de la religión en el espacio público de la política…
Una de las tres grandes expresiones del cristianismo junto con el catolicismo y la ortodoxia es el protestantismo.
En su seno surge en el S. XVIII el movimiento evangélico y en el S. XX el pentecostalismo.
Aquí nos encontramos con las Iglesias Evangélicas, que tienen la particularidad de que si bien públicamente no se identifican con ningún movimiento político, alientan a sus fieles a que participen de actividades políticas y ocupen cargos públicos.
Esta es una práctica que han adoptado varias religiones, incitar a sus fieles.
Y por supuesto lo han logrado, su representante en el Parlamento, específicamente en el Partido Nacional, un pastor evangelista, utilizó un folleto publicitario para su campaña electoral que aclaraba: “no se busca apoyo para un partido, ni para una lista, ni para un candidato. Se busca apoyo para que un hermano siga cumpliendo la misión de quién lo envió…porque para este tiempo el Señor lo ha levantado y lo ha colocado en ese lugar”…. Recurriendo a citas bíblicas.
Y vaya si la está cumpliendo, oponiéndose a varios proyectos de ley, y ciertamente tiene razón el politólogo Bottinelli, cuando dice que en sus discursos es casi imposible distinguir lo político de lo religioso.
Uno de los precandidatos presidenciales del mismo partido político, manifestó que obtuvo el apoyo de más de 15 grupos evangelistas para su campaña en la interna de los partidos políticos.
Vemos que más allá de las históricas colectividades como la Unión Cívica y el Partido Demócrata Cristiano, cada vez más en todos los partidos políticos, se procura incidir con valores religiosos, sobre todo para la elaboración de leyes.
Llegando a varios espacios públicos ya, esta tradición religiosa se encuentra presente con sus capillas en la Cárcel de Mujeres y la Cárcel de Canelones.
Otra Iglesia que tiene mucho de catolicismo y de protestantismo es la Iglesia Anglicana.
En su plan pastoral, llamado Misión Integral específicamente se establece el incidir integralmente en las políticas públicas y en la política.
Y efectivamente es lo que viene haciendo: presta servicios en los centros CAIF y tiene varios convenios con organismos del Estado, por ejemplo con el MIDES para gestionar refugios nocturnos y hogares para madres con niños, con el INAU para gestionar hogares de niños (como por ej. el de San José de Carrasco donde hubieron procesamientos por episodios de violencia y delito por abandono de menores), pero particularmente con la IMM, realizando llamados a jóvenes ofreciendo oportunidades laborales, como el barrido.
Veamos ahora la Iglesia Metodista del Uruguay. Esta Iglesia tuvo un fuerte compromiso durante la época dictatorial con los familiares de presos políticos y con los propios presos. Mantenían ocultos encuentros literarios, el principal pastor de la época fue identificado con cierto sector político y encarcelado. Desde allí comienza su evangelización hacia los presos.
Hace poco tiempo se hizo pública una carta que personalidades políticas que hoy ocupan altos cargos de gobierno le hicieran llegar a la Iglesia agradeciendo toda la contención y los servicios prestados durante esa nefasta época que le tocó vivir al país.
La Iglesia Metodista sirve a través de instituciones sociales y educativas, una de ellas es el conocido Instituto Crandon, refugio de profesores y maestros destituidos. Hoy en día continúan con las mismas discrepancias internas, unos pretenden continuar interfiriendo en espacio políticos, mientras otros creen no corresponderles. Lo cierto es que tienen una fuerte incidencia en las Cárceles, instruyendo religiosamente a los presos.
Otro segmento religioso de destacada presencia en nuestro país es el pentecostalismo, caracterizado por la división. Infinidad de iglesias, movimientos y denominaciones.
Las iglesias más representativas en Uruguay son Dios es Amor, Iglesia Universal del Reino de Dios, Misión Vida para las Naciones, Iglesia Renacer en Cristo e Iglesia Mundial del Poder de Dios.
Las tres primeras han y siguen siendo objeto de estudio y análisis por su crecimiento acelerado. El empleo de las emisiones radiales dando a conocer los milagros que se suceden en los templos, son sus principales estrategias de visibilidad. Han alcanzado el objetivo planteado hace algunos años, ya que la transmisión de sus programas se efectúa las 24 hs. del día.
La presencia de la cultura brasilera es profunda, se expresa en el uso del lenguaje, las oraciones y prédicas se efectúan en portugués o portuñol, en los símbolos, los pastores deben ser brasileros.
En los templos de Dios es Amor, al igual que en las casas de religión de la Umbanda, en simétrica oposición a una enseña uruguaya, se ubica la bandera de Brasil.
El dinero ocupa un lugar importante, más que las cuestiones teológicas en estas Iglesias, tanto es así que se ha solicitado la intervención estatal para este tipo de prácticas.
“Yo no voy a poder separar mi fe y mis creencias cuando entre al Parlamento, voy a responder a la fe que tengo en Dios”. Esto lo manifestó un pastor de la Iglesia Misión Vida para las Naciones, que hoy ocupa una banca correspondiente al Partido Nacional en la Cámara de Representantes.
Esta Iglesia fue una de las que puso toda su infraestructura al servicio de una candidata, en busca de representación parlamentaria. 15 templos, 63 hogares, con 1300 personas en rehabilitación, que hacían la militancia política.
Dos corrientes religiosas diferentes apoyaban la misma candidatura política, se generaron problemas, ante lo cual el Consejo de Representatividad Evangélica se vio en la obligación de emitir un comunicado expresando que sus Iglesias como tal no apoyaban a ningún movimiento o partido político.
Sin embargo, esto resulta en una falacia.
Hoy queremos hacer especial hincapié en esta nueva modalidad de hacer religión a través de la política.
Esto es absoluta y totalmente violación de laicidad. No hay otra forma de definirlo, votamos por candidatos políticos para que elaboren nuestras leyes, no por pastores religiosos para que nos enseñen o impongan acerca de moral.
Podemos visualizarlo en su real dimensión?…Los dictados de la conciencia de estos personajes no pueden contradecir la palabra de Dios…así es como ejercen su función…
En mi opinión, por contradecir lo establecido en nuestra Constitución, por violar la promesa que efectuaron al asumir sus cargos…estos representantes nacionales no representan la voluntad popular, sino la voluntad de su dios. Estos representantes nacionales, pastores religiosos, que han expresado públicamente que solo acatarán la voluntad de su dios, y que ella está por encima de la voluntad popular, no merecen sus bancas, deben ser despojados de sus bancas porque el Parlamento no es una iglesia, el parlamento es un órgano político regido por la Constitución.
Y nuestra Constitución nos dice que es LAICO.
Hoy, se reafirma en la teoría y en los hechos, otras formas de interrelacionamiento con otros sectores religiosos. Porqué?… porque hoy se puede ser católico y umbandista, no porque la Iglesia lo acepte o lo permita, no… simplemente porque se decide tomar distancia de ciertos postulados, y se hace simplemente.
Porque muchas veces se cree en el mismo Dios, y se estudia la misma Biblia.
Por esta razón es que a la Iglesia le beneficia el interrelacionamiento, por sus objetivos.
La Iglesia Católica tiene una fuerte incidencia en los partidos políticos, sobre todo los tradicionales, pero más específicamente en la conciencia de los dirigentes políticos.
Así se manifiesta por ejemplo cuando la principal dirigente de un sector político del Partido Colorado dice con respecto a su candidato presidencial, hace poco tiempo, para las últimas elecciones: … “Llama la atención a veces que en sus propios discursos lleva la Palabra de Dios. Por ejemplo, en el acto que tuvimos en Salto el pasado fin de semana citaba los pasajes de la Biblia y decía que en cuanto cargo más importante Dios nos colocaba, más responsabilidad teníamos frente a Dios y frente a los ciudadanos”…
Hoy se han hecho alianzas político-religiosas para ocupar bancas en el Parlamento. Se han utilizado las obras sociales como plataforma política. Durante las campañas electorales tuvimos a Iglesias organizando reuniones políticas en sus templos, y no solo en los Templos, también en el Palacio Legislativo.
Utilizaron a los chicos de diversas obras sociales para militar políticamente en favor de sus pastores candidatos y armaron toda una infraestructura empresarial para confeccionar los elementos propagandísticos.
Evangélicos, pentecostales, afrobrasileños, judíos y católicos ya obtuvieron bancas, y esas religiones ejercen su poder a través de los representantes.
La religión es un hecho cultural, más allá de cualquier forma particular de ejercerla produce efectos sobre la sociedad.
Representantes de varias de las Iglesias mencionadas en el presente trabajo iniciaron un debate sobre el modelo de laicidad para el Uruguay. La propuestas son:
- la integración de la diversidad religiosamente,
- el estudio de esta diversidad en los programas educativos,
- inclusión en el censo de información religiosamente,
- igualdad en la diversidad religiosamente,
- mecanismo oficial de interlocución en la estructura del Estado para dialogar sobre asuntos religiosos.
Por allí se dice que el Estado debe reconocer el hecho religioso y facilitar a las personas el gozo del derecho fundamental a la Libertad Religiosa, también se dice que estamos influyendo negativamente cuando prescindimos de la información religiosa en el proceso de formación de una personalidad.
En primer lugar no podemos confundir lo que es la libertad de culto con la libertad religiosa, así como espacio público con estatal.
Y vayamos a analizar hechos más actuales..
La segunda religión en el mundo en número de fieles es el Islam. Y voy a detenerme en esta comunidad porque su debate es de actualidad.
Como ya todos saben, dentro del Programa de Reasentamiento en Uruguay para Sirios, llegaron 5 familias sirias compuestas en su mayor parte por niños en edad escolar y preescolar, y tras idas y venidas del gobierno, se decidió que se cumplirá con el programa en su totalidad y vendrá en un nuevo contingente el resto de las familias previstas, más de un centenar serán en total.
Aquí vemos claramente, lo que hoy decíamos, ¿cómo las tradiciones culturales y religiosas influyen, terminamos adaptándonos nosotros a esas culturas o ellas se adaptan a las nuestras?
En un proceso de decadencia del modelo de Estado Laico, el estado moderno uruguayo luego de la reapertura democrática comienza a abrir espacios públicos a religiones, íconos destacables, la Cruz del Papa en Tres Cruces, la estatua a Lemanyá en la rambla, entre otros.
Los institutos públicos educativos, también forman parte del espacio público, y es aquí donde también quieren abrir espacio a las religiones.
Y hoy que se está gestando el diálogo interreligioso, la llegada de los sirios, su cultura y su religión son propicias, también para promover por parte de los grupos interesados, la enseñanza religiosa en las escuelas.
El velo es un símbolo religioso, no debe ser utilizado en las escuelas. Todos los niños de nuestra escuela pública utilizan túnica y moña, porque es emblema de igualdad, porque todos los niños son iguales para los ojos de quien enseña, y entre ellos mismos también.
No deben promoverse otras formas que simbolicen discriminación o diferenciación. Los niños uruguayos también son iniciados en religiones que utilizan atuendos particulares, sin embargo hasta el momento a nadie se le ocurre vestir a su niño para ir a la escuela de esa forma.
Cuando escuchamos a una autoridad de la enseñanza decir que no se imagina prohibir una vestimenta que evoca una tradición cultural, me pregunto si sabe lo que significa que nuestra escuela es laica.
Si permitimos que una tradición ejerza su influencia, todas podrán hacerlo…imaginen lo que sería nuestra escuela, lo que serían nuestros niños, las diferencias y discriminaciones que se generarían. Si permitimos que las niñas sirias utilicen el velo, estamos dejando de ver también que es un símbolo de sumisión de la mujer, que es violencia de género, que no se trata solo de una tradición cultural o religiosa, se trata de humanidad, solidaridad para con nuestros pares. Estamos aceptando también su modo de vida, el de la violencia.
Las mujeres que no cubren sus cabezas son castigadas, los niños que crecen en los territorios bajo control del Estado Islámico no ven dibujos animados en la televisión, no juegan con la pelota en las calles ni trazan dibujos de familias felices en la escuela. Al contrario, muchos de ellos son obligados a presenciar ejecuciones, matar o suicidarse mientras rezan.
Totalmente violatorio de la laicidad es que nuestras autoridades permitan que en los documentos de identidad de las mujeres sirias luzcan con sus velos, cuando a un uruguayo no se le permite ni los lentes. Pero como todo esto es una cuestión cultural, se acepta sin más. A nuestros niños también les estaremos transmitiendo que es una cuestión cultural y que nada podemos hacer.
El único movimiento religioso que ha manifestado opinión sobre los sirios ha sido la Iglesia Católica, no con respecto al velo, o a la defensa de la laicidad, ni en rechazo a la violencia, no, lo ha hecho tergiversando realidades. A raíz del matrimonio contraído entre un musulmán y una uruguaya, se exige que la justicia sancione al director del Centro Islámico Egipcio de Cultura por haber casado a estas dos personas por el rito islámico, sin previo pasaje por el Registro Civil uruguayo como lo establece nuestro Código Civil.
Al respecto quiero hacer una apreciación porque también fue objeto de controversia entre si configuraba una violación o no, o un delito o no.
El representante de la Iglesia Católica que denuncia el hecho cita en su blog personal el artículo correspondiente, y se transcribe textual lo que dice el blog: …”ningún ministro de la Iglesia Católica o pastor de las diferentes comuniones residentes en el país podrá proceder a las bendiciones nupciales sin que se le haya hecho constar la celebración del matrimonio civil, por certificado expedido en forma por el Oficial del Estado Civil y si lo efectuase sin dicha constancia incurrirá en la pena de seis meses de prisión y en caso de reincidencia un año d e prisión”..
También la Iglesia Católica ahora solicita igualdad y quiere casar sin pasar por el Registro Civil. Acusa de discriminación y delito, de desigualdad. Y se pregunta porque él no puede hacer lo mismo.
Varios medios de comunicación levantaron esta denuncia trascendiendo a medios internacionales, obviamente, por tratarse de quienes se trataba. Pero se comete un error, pensemos que no intencional.
Porque el Código Civil dice:
Se entiende por comuniones disidentes aquellas que escinden por discrepancia con la Iglesia Católica.
No va el caso para los islámicos, judíos, iglesias cristianas libres, afrobrasileñas entre otras.
Un nuevo motivo de análisis, debate y estudio…
Esta es la realidad de nuestra sociedad, se ha conformado un Grupo de estudios multidisciplinarios sobre religión e incidencia pública (GEMRIP) buscando justamente eso, la incidencia en los espacios públicos. Intercambian opiniones casi todas las religiones y cultos mencionados en esta ponencia, junto con dirigentes políticos de diversos sectores y de diversos países.
El fenómeno religioso y político hoy está en diálogo y tienen acciones concretas para llevar a cabo, en materia de políticas sociales, educación y de agenda pública.
Las organizaciones religiosas ya están trabajando en temas vinculados a derechos humanos, social, barrial, como centros juveniles, caif, guarderías, refugios, cárceles, y ahora pretenden la educación.
Muchas son las comunidades, como hemos visto que cuentan con centros de enseñanza, o instituciones para difundir el idioma, preservar costumbres y promocionar su cultura, así como la práctica e información de su religión.
No necesitamos en el espacio público, cualquiera sea, el fomento y la promoción de elementos que resultan en discriminación, fanatismos ni dogmas.
No lo podemos permitir.
Las creencias religiosas deben permanecer en el ámbito privado y el Estado uruguayo debe seguir siendo ejemplo en el mundo, de tolerancia, de respeto, de un país laico, libre de influencias opresoras, pero sobretodo del fervor religioso.