Los hechos se sucedieron tras el asesinato de un diputado de la mayoría en una mezquita de Karachi
Al menos 45 personas murieron y 60 resultaron heridas en las últimas 24 horas en una ola de violencia que se extendió por la ciudad meridional paquistaní de Karachi tras el asesinato de un diputado provincial. El jefe de la Policía de Karachi, Wasim Ahmed, explicó que en los disturbios fueron destruidos decenas de vehículos y establecimientos como tiendas o gasolineras y agregó que las fuerzas de seguridad han detenido a 26 sospechosos "pertenecientes a organizaciones sectarias. El extremismo religioso próximo a Al Qaeda está detrás de los sucesos", afirmó Ahmed.
Asesinato de un diputado
La violencia comenzó tras el asesinato de varios disparos en la tarde del lunes de Razá Haider, legislador de la Asamblea de la provincia de Sindh -cuya capital es Karachi- y militante del progresista Muttahida Qaumi Movement (MQM), principal partido del Gobierno de la región. Haider y un guardaespaldas suyo fueron tiroteados en una mezquita del céntrico barrio de Nazimabad por hombres armados que se desplazaban en motocicleta, según las autoridades.
Mientras, las autoridades de Pakistán continuaron ayer con sus esfuerzos por asistir a la población golpeada por las mayores inundaciones del último siglo, que siguen extendiéndose por el territorio del país y han dejado unos tres millones de afectados. Decenas de helicópteros militares sobrevolaron ayer las áreas anegadas por las aguas sin poder rescatar a causa del mal tiempo a varios miles de personas que permanecen bloqueadas en el noroeste, la zona más damnificada.
De cumplirse el pronóstico de lluvias para los próximos días, podría aumentar la magnitud de la catástrofe tanto en el Punjab, donde el río Indo se ha desbordado ya en algunas zonas llanas en un arco de 20 a 30 kilómetros, como en la región de Sindh.