La Facultad de Educación la deja como única optativa, al no llegar al cupo otras materias.
Una veintena de alumnos de la Facultad de Educación se han visto volcados a matricularse en la asignatura de Religión Católica como optativa, al ser llamados por teléfono desde el centro universitario para que ayer mismo formalizaran su solicitud en esta materia, antes de que el lunes comiencen las clases. Algunos profesores del centro se han sumado a la protesta de estos estudiantes que estaban matriculados en al menos cuatro asignaturas optativas, pero en las que no se ha cubierto el cupo mínimo de diez alumnos para poder impartirlas. Izquierda Unida también se ha hecho eco de esta situación y critica las «presiones de la Universidad de León» y el hecho de que «se les imponga la asignatura, ya que se les dice que Religión Católica va a ser la única asignatura optativa que se va a dar».
«No se ha dado tiempo a los estudiantes para que se organicen», explica el docente Enrique Díez, haciendo referencia al hecho de que a los estudiantes se les ha avisado de que si no se matriculaban ayer mismo «perderían la matrícula» y a la posibilidad de que los alumnos hablaran entre ellos para agruparse en algunas de las asignaturas que desaparecerán ante la falta de cupo de la primera matrícula. A los alumnos se les ha llamado por teléfono desde la secretaría del centro para que acudieran a la Facultad de Educación, según relata este profesor y que le «confirmó» el decano, para realizar el cambio correspondiente en la elección de la optativa.
Izquierda Unida considera un «chantaje» y una «injusticia» lo que se ha hecho a los alumnos afectados y añade que «se les coacciona diciéndoles que no tienen otra opción porque es la única que va a impartirse y las clases empiezan el lunes 21 de septiembre. Así, convierten una asignatura optativa sobre catolicismo en una asignatura obligatoria».
Díez apunta que en la mayoría de las facultades de Educación de España ya no se imparte Religión ya que, «a pesar de que la libertad de culto es un derecho fundamental, en las facultades se imparte el conocimiento científico» y que sólo quedan algunos centros, como los de Castilla y León, en los que se sigue ofertando. Así, los profesores que se han sumado a la protesta de los estudiantes afectados, harán llegar esta situación a las Cortes, «a través de algún grupo parlamentario» y a los sindicatos docentes, además de a la Defensora de la Comunidad Universitaria.