El cardenal arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, recibió ayer con «sorpresa», tal y como él mismo expresó a su llegada a su pueblo natal, Villanueva del Campillo, el homenaje que sus vecinos y la parroquia le dispensaron en la fresca mañana del domingo 23 de agosto en la localidad.
Todo el pueblo se concentró en el templo parroquial en espera de la llegada de este hijo ilustre a quien quiso acompañar también el obispo de la diócesis de Ávila, Jesús García Burillo, quien concelebró con Blázquez la eucaristía que comenzó a las 12,30 horas. El alcalde de Villanueva del Campillo, Andrés Romero Mayoral, llegó acompañado del presidente de la Diputación, Jesús María Sánchez Cabrera, el expresidente de esta institución, Agustín González y el diputado Federico Martín, entre otras autoridades. Todos ellos, junto al párroco local y los vecinos del pueblo que vio nacer al cardenal, subieron la pronunciada cuesta hasta la loma en la que se alza la hermosa iglesia donde Blázquez presidiría la misa de domingo.
Ricardo Blázquez, que suele pasar todos los veranos unos días en su pueblo, afirmó que «yo pensaba, después de la eucaristía del domingo, invitar a la gente en el salón parroquial a tomar un aperitivo pero después, el párroco, el alcalde y los vecinos han ido organizando una fiesta que para mi es muy grata». Reconoció que mantiene un estrecho vínculo con este municipio del Valle del Corneja. «Yo estuve aquí hasta que tenía 13 años, que es cuando fui al seminario menor a hacer el Bachillerato».
El baptisterio en el que se encuentra la pila bautismal en la que Blázquez recibió el primer sacramento, lucía una placa conmemorativa del acto de homenaje en la que se recordaba tal hecho y que Blázquez descubrió tras la celebración eucarística.