Se celebró el acto confesional de San Pedro. La alcaldesa asistió y Asturias Laica reivindicó un año más la no presencia de las autoridades públicas en actos confesionales. Este año había una mayor expectativa. Tres grupos, que representan a la mayoría ciudadana en el Ayuntamiento, habían asumido la petición de Asturias Laica y habían solicitado a la alcaldesa que no fuera. Muchas personas asistentes al acto de reafirmación laicista esperaban la asistencia de los concejales de la fuerte oposición a Carmen Moriyón. Incluso algunas se enfadaron y mostraron su malestar enviando e-mails a los mismos concejales ó, a los grupos que representan. Por el contrario yo les agradezco aquí públicamente que decidieran hacerle a la alcaldesa la petición que le hicieron.
Sin embargo ha sucedido otro hecho que para mí es de mayor importancia y que muy pocas personas han tenido en cuenta.
El movimiento laicista en este país, está esencialmente liderado por Europa Laica, aquí, Asturias Laica es sin duda hoy la más genuina representación del republicanismo activo. La República como estado garante de la libertad de conciencia es incompatible con la monarquía y mucho menos con la monarquía del régimen de la transición. Es por ello que políticamente el laicismo es ante todo republicano y por tanto no esperamos grandes cosas de las instituciones monárquicas. Bien venidas sean y agradecidos estamos a los grupos y personas que desde esas instituciones nos presten algún tipo de apoyo. Pero no será desde esas instituciones desde donde llegará a España la República.
La República llegará cuando el pueblo soberano en primer lugar tome conciencia de que, entre otras cosas, este régimen está incapacitado para resolver la crisis, así como antes decíamos, ni para garantizar la libertad de conciencia. Y resulta que en ese pueblo, en esa sociedad plural en lo ideológico, en lo religioso, en lo cultural… hay una clase social, (porque las clases siguen existiendo y actúan a pesar de que la ignorancia de algunos llegue a negarlas u obviarlas), mayoritaria en cantidad, que tiene que vender su trabajo como mercancía para poder vivir, y que no es otra que la clase trabajadora. De tal manera que por su cantidad y su fuerza política la República a España no vendrá si no es de la mano de esta clase social.
Y el importante hecho a que me refería es que ayer en el acto de reafirmación laicista, participó un núcleo muy representativo de los sectores más combativos de esta clase social en Gijón: El colectivo denominado “las marchas por la dignidad” al que saludamos y agradecemos su presencia porque poco a poco puede forjarse la necesaria unidad para superar este régimen caduco: confesional, monárquico y radicalmente neoliberal. Este colectivo está formado por personas que han defendido firmemente los derechos laborales de los trabajadores en tantas y tantas luchas conocidas como el naval, la minería, la sanidad, la educación, empresas en crisis etc. Este colectivo contribuyó a desarrollar en Madrid el 22M las mayores manifestaciones de los trabajadores desde hacía mucho tiempo contra los recortes del gobierno de Rajoy. También Europa Laica/ Asturias Laica estuvo allí como no podía ser menos.
El día 29 estos compañeros y compañeras apoyaron en Gijón el laicismo. Eso fue mucho más importante que la asistencia o no de los concejales de la oposición, en el camino para gestar un fuerte movimiento que desemboque en la 3ª República que será laica, feminista y de todos los trabajadores y trabajadoras o no será.
Por último quisiera referirme al titular con el que algún medio de comunicación daba la noticia. Terminando con la coletilla: “No hubo incidentes”.
Saben muy bien los medios de comunicación que en ningún año en el acto de reafirmación laicista que se viene celebrando hace más de cinco años nunca ha habido incidentes y hacer referencia a ellos resulta extraño o se nos quiere atribuir otras intenciones que no tenemos. El Laicismo es un movimiento pacífico, respetuoso y busca la libertad y la tolerancia para todos y todas. Y ciertamente no hubo incidentes, pero si no los hubo ni en este ni en ninguno de los años anteriores fue gracias a Asturias Laica y a todas las personas que participan en el acto de reafirmación laicista que tanto este año como en todos los anteriores hemos recibido de vez en cuando algunos insultos y provocaciones de parte de algunas personas que participaban en el acto confesional católico y que seguramente se consideran personas muy católicas y de orden y que hemos tenido el suficiente respeto y templanza par no contestar. Y el último insulto es el que sin citarnos nos lanza el Sr. Cuesta, cura párroco de San Pedro cuando en su último artículo dice que a estos actos no se va ni a reventar ni estorbar. En cuanto a reventar Sr. Cuesta es evidente que no se refiere a nosotros y en cuanto a lo de estorbar, nosotros ejercemos el derecho a la respetuosa crítica en la calle, un espacio público que es de todos y todas y aquí la única que estorbaba era la alcaldesa de Gijón en un acto confesional. Señora que pasó totalmente de lo que le pidió la mayoría ciudadana expresada a través de los grupos municipales y que a su actitud de falta de respeto tuvo la desfachatez de llamarla tolerancia y a la que espero que los grupos municipales de la oposición en el próximo pleno le pidan explicaciones y recriminen su conducta por antidemocrática. ¡Qué menos!
