El presidente de Estados Unidos dio, además, un discurso de 30 minutos sobre racismo y violencia con armas de fuego.
Acabó entonando los acordes de ‘Amazing Grace’, canción que suele sonar en funerales en el mundo anglosajón.
Sobre la retirada de la bandera confederada, dijo que el gesto es «un reconocimiento de que la causa por la que la lucharon, la esclavitud, era un error».
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sorprendió a la multitud asistente al funeral del reverendo Clementa Pinckney, uno de los nueve fallecidos en el crimen de odio perpetrado en Charleston, Carolina del Sur, por un fanático supremacista, cuando decidió comenzar a cantar, a capella, Amazing Grace, un popular himno religioso que suele interpretarse en los funerales en el mundo anglosajón.
Obama dio un discurso de media hora y para finalizar con él, cantó Amazing Grace. El público asistente, entre los que estaban la primera dama, Michelle, y el vicepresidente Biden, se unió en el cántico.
En su discurso, Obama habló sobre racismo y violencia relacionada con el uso de armas de fuego, y también tuvo palabras acerca de la retirada de la bandera confederada de la sede del gobierno estatal de Carolina del Sur: «Retirara la bandera no es un acto de corrección política. No es un insulto al valor de los soldados confederados. Es simplemente un reconocimiento de que la causa por la que lucharon, la esclavitud, era un error».
Al acabar la ceremonia, Obama y la primera dama dieron personalmente el pésame a la viuda del reverendo Pinckney y a sus dos hijas, menores de edad.