Defensores de los derechos humanos denuncian que inentan impedir la práctica del islam en la región de Xinjiang, en el extremo occidental del país
Las autoridades de Pekín justifican que así se protege la salud de los estudiantes y que las prácticas religiosas por parte de funcionarios estatales están restringidas por ser un país laico
El Gobierno chino ha prohibido a los estudiantes y funcionarios gubernamentales uigures (musulmanes) que secunden el ayuno del Ramadán, en lo que los grupos defensores de los derechos humanos han denunciado como una práctica reiterada para intentar impedir la práctica del islam en la región de Xinjiang, en el extremo occidental del país.
Las autoridades de Pekín han justificado esta prohibición del ayuno con el argumento de que así protege la salud de los estudiantes y de que las prácticas religiosas por parte de funcionarios estatales están restringidas en un país que no apoya oficialmente a ninguna religión porque se declara laico.
En Kashgar, en la provincia de Xinjiang y cerca de la frontera con Tayikistán y Kirguistán, los musulmanes uigures han asegurado que las restricciones impuestas por el régimen chino están teniendo justo el efecto contrario porque los ciudadanos están volviéndose cada vez más estrictos en la práctica de su religión, según ha informado la cadena Al Yazira.
En este sentido, han dicho que cada vez encuentran más modos para evitar las imposiciones del Gobierno de Pekín para impedir que acudan a las mezquitas, donde se realizan las lecturas del Corán, el libro sagrado de los musulmanes. «Quieren desvincular a nuestros niños del islam. No estamos autorizados a enseñarles el Corán pero lo hacemos en secreto en casa», ha contado Ghulam Abbas, un uigur de esta localidad china.
«Eso es Mao Zedong», ha explicado Omar, un taxista, señalando hacia una estatua de 24 metros de alto del fundador de la República Popular China. «Él trajo aquí a todos los chinos», ha señalado, mientras pasaba delante de una fila de militares chinos.
En Kashgar, las fuerzas de seguridad se han desplegado para evitar posibles ataques de milicianos uigures que buscan que Xinjiang deje de depender del control de las autoridades de Pekín.
Esta región alberga algunas de las mayores reservas de gas natural, carbón y petróleo y está poblada mayoritariamente por uigures, un grupo étnico túrquico con un idioma y una cultura más próxima a Asia Central y que profesa la religión musulmana. Antes de que esta región pasara a estar bajo control de China en 1949, la mayoría de la población era uigur pero el número de habitantes de esta etnia ha ido decreciendo, hasta situarse en la mitad de la población en 2.000 por la llegada de decenas de millones de chinos han, la etnia mayoritaria de China, favorecidos por las políticas de asentamiento del Ejecutivo chino.
El pasado miércoles, las autoridades de Kashagar anunciaron que habían condenado a muerte a 113 personas por delitos relacionados con el terrorismo y la incitación al odio racial y la discriminación étnica. «El Gobierno dice que cada uigur, tanto si lleva barba o hijab, es un terrorista«, ha afirmado Abdul Majid, un uigur que tiene una tienda de móviles cerca de la plaza del Pueblo. Majid ha recordado que los momentos de mayor tensión se vivieron en 2009, cuando murieron 184 personas en enfrentamientos entre uigures y chinos han en Urumqi.
COMENTARIO: Esta prohibición no puede justificarse como propia de un Estado laico, pues las convicciones (religiosas o no) y su práctica personal no afectan a la laicidad. Ni el ayuno supone un riesgo para la salud, ni la practica del Ramadán por los funcionarios fuera de su horario y sin realizarlas en calidad de representantes públicos afecta a la laicidad. Su prohibición si la vulnera al impedir la libertad de conciencia de cada persona.