Mientras el país se desmorona y la crisis de seguridad hace pensar a la Casa Blanca de que en Tamaulipas puede ensayarse el estado de de excepción, Calderón anuncia que estará presente el primero de mayo en el Vaticano en la canonización del Papa Juan Pablo II.
De manera inopinada y viendo sólo sus intereses electorales de cara a las presidenciales del 2012, el mandatario decide ir a esos festejos aunque representa a un estado laico.
El fallecido Juan Pablo II con su cara de abuelito tierno y rozagante bonhomía realizó cinco visitas a nuestro país, desde su elección como papa en 1978.
Sin embargo, esa careta se cae al piso, por su amistad y cercanía con Marcial Maciel Degollado, el capo de los Legionarios de Cristo, organización mafiosa ligada al Vaticano de la que sabes poco, pero está comprobado su apetito sexual por los niños.
Alberto Athie, ex sacerdote de la Arquidiócesis de México, critica la rapidez con la que se tomó la decisión de beatificar a Juan Pablo II, sin que hubiera una investigación profunda de por medio sobre sus decisiones y actos.
"En el caso de Maciel, no solamente no lo tocó jamás sino que lo promovió, lo reconoció en el 1994 como líder mundial de la juventud. Sabemos bien que el padre Maciel era cercano a Juan Pablo II, estaba 100% metido en Roma y cuantas veces podía se acercaba al Papa", dijo Athie en entrevista con CNN.
Maciel acompañó a Juan Pablo II en los viajes que éste realizó a México en 1979, 1990 y 1993. Durante el pontificado de Juan Pablo II, fue parte de varios grupos de trabajo eclesial, entre ellos, la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la formación de los candidatos al sacerdocio en las circunstancias actuales (1991), la Comisión Interdicasterial para la Justa Distribución del Clero (1991), la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (1992), el Sínodo de los Obispos sobre la Vida Consagrada y su Misión en la Iglesia y en el Mundo (1993). Fue consultor permanente de la Congregación para el Clero (1994) y miembro de la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos (1997).
El 3 de enero de 1991 la Legión de Cristo y el movimiento laical Regnum Christi celebraron 50 años de existencia. Ese día el papa Juan Pablo II ordenó 60 nuevos sacerdotes legionarios en la Basílica de San Pedro. La Legión de Cristo inició en noviembre de 1992 su segundo Capítulo General Ordinario. Dos días después del inicio, tanto los Legionarios como los miembros del Movimiento Regnum Christi, recibieron el anuncio oficial de la reelección de Marcial Maciel como Superior General de la Congregación y del Movimiento Regnum Christi. El 18 de diciembre, una vez concluido el capítulo, Juan Pablo II recibió en audiencia a los padres capitulares.
El 26 de noviembre de 1994 Maciel celebró sus bodas de oro sacerdotales, cincuenta años al servicio de la Iglesia y de la Legión. Con motivo de este aniversario, el papa Juan Pablo II le envió una carta de felicitación que se leyó durante la acción de gracias de la celebración eucarística; diez años después recibió una carta similar.
Si después de ésto, Juan Pablo II debe subir a los altares, pues el mundo está loco de remate.