¿Cómo, y por qué, tres jóvenes, nacidos y criados en Francia cometieron atentados en nombre del Islam? Las causas profundas de los atentados de París siguen causando debates entre la sociedad francesa. El gobierno por su parte ha optado por medidas de vigilancia sin precendentes. Y desarollará un plan educativo a favor de la laicidad.
A un mes de los atentados contra la revista Charlie Hebdo y el supermercado judío en París, Francia ha cambiado drásticamente. En el marco de un fuerte despliegue antiterrorista, mas de 10.000 policías patrullan en los lugares concurridos (como las estaciones de trenes y los aeropuertos) y resguardan las escuelas, así como los lugares judíos. Unas medidas «apropiadas«, debido a un nivel de amenaza terrorista que sigue siendo «muy alto«, estima Jean-Yves Camus, especialista en terrorismo en el Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas, IRIS.
Más allá de la respuesta en materia de seguridad, los atentados reabrieron el debate sobre las condiciones de vida de parte de los jóvenes franceses, expuestos a la marginación social y a veces a la tentación de las ideas extremistas. Existe en Francia «un apartheid territorial y social, étnico que se impuso en nuestro país: la miseria social a la cual se suman las discriminaciones a diario, cuando uno supuestamente no tiene el nombre adecuado, el color de piel adecuado o que es mujer«, reconoció el primer ministro Manuel Valls, antes de proponer el aumento de la construcción de viviendas de interés social en todos los municipios para evitar los focos de pobreza.
Portal oficial antiyihad
Sin embargo, el experto en terrorismo islamista, Jean-Yves Camus, considera que la lucha contra el yihadismo se ubica sobre todo en el terreno internacional e ideológico.
Al respecto, el gobierno francés decidió actuar en Internet, a través de una página de sensibilización contra las ideas radicales (www.stop-djihadisme.gouv.fr/Stop djihadisme) e impulsará la enseñanza de la historia religiosa para evitar las interpretaciones erróneas de los dogmas.
Ante el auge de los actos antisemitas y antimusulmanes, el presidente francés anunció un plan de sensibilización al concepto de laicidad. Hollande también pidió «garantizar la seguridad de las mezquitas, y trabajar para la formación de los imanes, de los capellanes en las cárceles y la lucha contra la radicalización.»
Después de los atentados, el presidente Hollande anunció también la ampliación del servicio civil que permite a los jóvenes tener una experiencia laboral en el sector asociativo o público. Según el mandatario, esta medida permitirá a los franceses expresar «su amor intacto por la República«, según sus palabras.