La Comisión para la protección de menores insta a luchar contra el encubrimiento de abusos
La Comisión vaticana para la protección de los menores ha recomendado este lunes que las personas “con cargos de responsabilidad” dentro de la Iglesia respondan de los abusos sexuales a menores cometidos por sus subordinados. En una declaración emitida después de su primera sesión plenaria en Roma, los miembros de la comisión, que presentan sus propuestas al Papa, aseguran ser “profundamente conscientes de que la cuestión de las responsabilidades es de la mayor importancia”, y hacen especial referencia a los obispos y líderes de órdenes religiosas masculinas y femeninas.
Varios responsables religiosos han permanecido en sus puestos después de haber elegido no sancionar o incluso encubrir a sacerdotes pederastas, lo que ha suscitado importantes críticas de organizaciones de víctimas. Uno de los últimos casos es el del obispo americano Robert Finn, quien permanecía en el cargo cuando fue condenado por un tribunal de Kansas por no haber denunciado a un sacerdote pederasta.
Los 17 miembros de la comisión, reunidos desde el pasado viernes al domingo, han decidido presentar esta propuesta al Papa sobre la responsabilidad y apuestan también por “desarrollar procedimientos para garantizar que todos los que trabajan con menores -clérigos, religiosos y laicos- rindan cuentas en los casos de pederastia”.
La comisión también ha decidido intensificar su asistencia a las iglesias locales de Asia, América Latina y África, donde carecen de recursos y experiencia a la hora de afrontar casos de abusos sexuales, que son un tema tabú. Para ello, pide a las ONG católicas que provean préstamos a estas iglesias para poner en práctica programas de educación y prevención. El comité también quiere contar con la ayuda de antiguas víctimas.
Presidida por el cardenal Sean O’Malley, de Estados Unidos, la comisión está formada por ocho mujeres y nueve hombres. Dos de sus miembros, un británico y un irlandés, son antiguas víctimas de abusos por parte de sacerdotes, y la mayoría de los otros son reconocidos psicólogos.
La semana pasada, el Papa envió una carta a todos los obispos del mundo en la que volvió a llamarles la atención sobre la lucha sin cuartel a la plaga de la pederastia. “No hay sitio en la Iglesia para los que abusan de los niños”, escribió Francisco. En la circular dejó claros tres puntos: no hay “absolutamente” lugar en la Iglesia católica para los que abusan de los menores, no se pueden escatimar esfuerzos para erradicar “la plaga” de la pederastia y no es de recibo esconderse en el silencio con la consabida excusa de “evitar el escándalo”.
COMENTARIO: Sin embargo no es eso lo que está ocurriendo con la docena de curas pederastas de Granada, ni es ese el comportamiento del Arzobispo, más bien se puede decir que es lo contrario, y acaba de regresar de Roma con el apoyo del Papa y del Vaticano. Parece que esto tiene mucho de marketing y poco de realidad.