El Santo Padre ha dicho lo que nunca debiera decir. Los puñetazos nunca podrán ser una respuesta civilizada a las caricaturas que hacen reír. El Santo Padre, seguro que no fue su intención con sus declaraciones, mostrarse comprensivo a las respuestas extremas, cuando las caricaturas tocan a un aspecto de las religiones. Pero no hay duda, que lo dicho, puede muy bien interpretarse en esa dirección, pues el Papa ha hecho comprender que los temas sobre la figura de Dios y de los altos representantes de sus Iglesias son temas que se tienen que evitar. Pero, a mi juicio es curioso, que el Santo Padre haya olvidado, que cuando Jesús recibió una bofetada en un carrillo, presento el otro. Nada de extraordinario, la doctrina del cristianismo primitivo, cuando llego la Iglesia, fue remplazado por la Iglesia de los concilios. Desde entonces Dios reside en el Vaticano. El Vicario de Cristo es ahora el que tiene todos los poderes sobre las conciencias de los hombres, espirituales y terrenales, ya que es la Iglesia las que quiere imponer las conductas de los hombres.
La Voz del Papa, es la Voz de Dios, así lo han decidido en los Concilios. El Papa nunca se equivoca cuando habla de dogmas. Sus palabras son Verdades universales que también serán las primeras caricaturas verbales que se harán de todos los hombres. Así se pronunciará el cliché y el estereotipo del modelo del buen católico. Y fuera de este modelo serán las condenaciones celestiales y terrestres. Ante los cánones de la Iglesia nadie podrá defenderse. La dignidad del hombre, la propia identidad, incluyendo la biológica, puede ser pecado, caerá bajo la caricatura del mal y del pecado, hasta el extremo que incluso el derecho a la vida se le será denegado, por la misma Voluntad del que le ha creado.
Las caricaturas verbales, continúan siendo actuales en el contexto de la Iglesia Católica oficial del Estado. En la retaguardia de las altas jerarquías católicas, se han organizado movimientos seglares, los soldados preparados a las órdenes de sus superiores. Estos movimientos son movilizados cuando hay que demostrar a la sociedad, en el espacio público cuales son los verdaderos valores de la defensa de la civilización cristiana. Desde lo más alto de la jerarquía, y en boca de cardenales y obispos se escuchan las caricaturas verbales para condenar y denigrar a ciudadanos, por ser diferentes y por decidir de sus convicciones por la libertad de conciencia que la democracia le ha acordado. Por eso se puede escuchar que la unión de un perro y un hombre es un matrimonio entre homosexuales, que los abortos son los trenes de la muerte del nacismo…, sabiendo que siempre tendrán de su lado la protección de jueces y políticos. Se puede imaginar que siguiendo las palabras del Papa, se comenzara a dar puñetazos a todos esos ilustres jerarcas ¿ Pero cómo se sienten protegidos pueden exprimir lo que quieran ya que la justicia dirá que lo que exprimen es su ideología católica.
Pero para la Iglesia católica española, su misión no es solo la moral sexual de los ciudadanos, sino también la política, a pesar que la constitución es aconfesional. La Iglesia tiene su partido favorito, y es al que recomienda votar, pero si todos los partidos son democráticos porqué dar el voto a uno, en vez de predicar que cada ciudadano vote conforme a su propia conciencia? El cristianismo primitivo se construyó en el amor al prójimo, y es que desde que llego la Iglesia el prójimo no son los homosexuales, los ateos, los libres pensadores o todos los otros que no comulgan con esos dogmas autoritarios y obscurantistas que hacen de la segregación su principal principio cristiano.
Qué lástima que el Papa haya metido la pata en una situación en el que las religiones es un problema mayor en toda la democrática Europa. El Papa considerado como un reformador de las costumbres aristocráticas de un cierto clero, y que por un puñetazo legalice, sin quererlo, un ataque a una revista que se ha declarado atea y laica, y que sin discriminaciones por proteger lo que es del dominio público y un derecho de expresión en un contexto democrático, y que se quieran ver ofensas cuando de lo se ríe es del obscurantismo de las religiones, semilla de odios y de fanatismo donde las matanzas hacen parte de todos los extremismos religiosos… Recomiendo al Santo Padre, sabiendo que recomendar es una pura pérdida de tiempo, que comience barriendo en su propia parroquia, comenzando por la nuestro pueblo, para que muchos ciudadanos no tengan que soportar más tiempo las piadosas caricaturas que les hacen nobles jerarcas y que todos los ciudadanos comiencen a escuchar de nuevo los principios del Evangelio.
