Los líderes de las seis mayores religiones de Francia se mostraron en contra del debate sobre el laicismo impulsado por la derecha gobernante y por el presidente Nicolas Sarkozy, al considerar que se trata de un nuevo intento de "estigmatizar" el islam y a los musulmanes.
"La aceleración de las agendas políticas corre el riesgo, en vísperas de citas electorales importantes para el futuro de nuestro país, de interferir en esta perspectiva y provocar confusiones que pueden ser perjudiciales", afirman los máximos representantes del culto católico, protestante, judío, ortodoxo, musulmán y budista, en una declaración conjunta publicada en el diario La Croix.
"Nos parece capital, en este periodo preelectoral, mantener el rumbo con serenidad evitando amalgamas y riesgos de estigmatizar" a determinada población, dicen los responsables religiosos refiriéndose a las elecciones presidenciales francesas de 2012.
Y piden que no se agregue "confusión al periodo turbio que atravesamos" en esta inusual declaración difundida días antes del debate propiciado por Sarkozy y organizado por el secretario general de su partido, Unión para un Movimiento Popular (UMP, derecha), Jean Francois Copé, promotor de la ley que en 2010 prohibió el uso del velo islámico integral en los espacios públicos en Francia.
Los religiosos defienden "el laicismo a la francesa" como "uno de los pilares de nuestro pacto republicano", producto de la cooperación entre las religiones en Francia desde hace más de un siglo e instan a "no dilapidar esa preciada conquista".
El título inicial del debate previsto bajo la forma de una convención partidaria el próximo 5 de abril era 'El laicismo, el lugar de las religiones y en particular del islam' en Francia, país que alberga a la mayor comunidad musulmana de Europa, con unos seis millones de personas. Pero la UMP lo cambió luego por 'Laicismo y pacto republicano'.
Esta discusión sobre el laicismo, que llega tras el fracasado debate sobre la identidad nacional, también impulsado por el presidente francés, provocó discrepancias en el seno de la derecha gobernante que alcanzaron su clímax esta semana en un violento enfrentamiento verbal entre Copé y el primer ministro francés, Francois Fillon. El jefe de Gobierno rechazó ese debate si "está centrado en el islam" o si "de una u otra manera lleva a estigmatizar al islam".
"¿Es necesario un debate sobre el laicismo?", se preguntaron los responsables religiosos. "¿Un partido político, que es además mayoritario, es la instancia acertada para dirigirlo solo?", insistieron los representantes de los seis cultos.
Sarkozy, para quien el multiculturalismo en Francia "ha sido un fracaso", reafirmó el lunes que este debate es "necesario", según un dirigente de la UMP que asistió a una reunión con el jefe de Estado al día siguiente de la derrota de su partido en unos comicios locales que confirmaron el avance de la extrema derecha en detrimento de la derecha en el poder.
A cálculos electoralistas atribuyen la estrategia presidencial del último año de retomar temas predilectos de la ultraderecha, aunque en las encuestas no logra superar el 30% de popularidad y varios sondeos lo eliminan en la primera vuelta presidencial.
"Inútil", "peligroso", "malsano" y "oscuro cálculo político" fueron algunos de los calificativos que este debate sobre el laicismo recibió de dirigentes políticos de izquierda y de centro.
Nucleados en la Conferencia de Responsables de Culto en Francia (CRCF), creada en noviembre de 2010, los representantes religiosos anunciaron que en octubre celebrarán un encuentro público sobre el laicismo en Francia.