Esta es la cifra dramática que reveló el pasado martes, 22 de julio, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en la «Cumbre de chicas 2014», una importante conferencia en Londres sobre el tema de la lucha contra los matrimonios forzados y tempranos.
UNICEF también ha hecho públicas otras cifras igualmente pavorosas: Más de 700 millones de mujeres han contraído matrimonio cuando eran niñas. De ellas, 1 de cada 3 (unos 250 millones de mujeres) se casaron antes de cumplir los 15 años. Las niñas que contraen matrimonio antes de los 18 años tienen más probabilidades de abandonar sus estudios y ser objeto de violencia doméstica. Además, las adolescentes más jóvenes corren mayor peligro de muerte, debido a las complicaciones del embarazo y el parto, y sus hijos tienen más probabilidades de nacer muertos o de fallecer durante su primer mes de vida.
Con respecto a la mutilación genital femenina que se practica en 29 países de África y Oriente Medio, 130 millones de mujeres y niñas han sufrido total o parcialmente la mutilación de los genitales externos. La organización de la ONU para la infancia señala, sin embargo, una mejora parcial en la situación, afirmando que el riesgo de un adolescente a someterse a la extirpación se redujo en un tercio en treinta años. Esto no es un consuelo ni siquiera una cifra optimista y se pide la actuación coordinada de todos los actores de la sociedad para que cientos de millones de niñas no sigan sufriendo heridas profundas, permanentes y totalmente innecesarias.
El gobierno británico, que co-organiza la primera “Cumbre de chicas” dará a conocer una nueva ley que sancione a los padres del Reino Unido que no impidan la mutilación de su hija. A principios de julio, un informe parlamentario británico produjo un “escándalo nacional” por el fracaso de las autoridades para luchar contra la MGF, que en el Reino Unido ha afectado 170.000 mujeres.
Un último dato no menos trágico: los nacimientos de unos 230 millones de niños menores de cinco años nunca han sido registrados, lo que equivale a aproximadamente a 1 de cada 3 niños que nacen en el mundo. Los niños que no están inscritos no existen y no tienen derechos.
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