Los Libre-pensadores del mundo conmemoramos el 20 de Septiembre de cada año, el “Día del Libre-Pensamiento”, que significa poner de relieve y renovar el compromiso con la lucha por la Libertad de Conciencia, por el predominio de la Razón, y contra todo oscurantismo.
Conmemoramos, el próximo 20 de Setiembre de 2013, el 143° Aniversario del ingreso triunfal a Roma de las fuerzas patrióticas garibaldinas que buscaban la Unidad Italiana, y que para eso debían derrotar a las fuerzas del Vaticano aliadas al Imperio francés de Napoleón III. Significó la derrota del poder temporal del Papa, y de los regímenes absolutistas de derecho divino (del cual solo queda hoy en Europa el Vaticano), y debido a ello, simbólicamente, este hecho es visto como un mojón en la Historia Universal que marca el triunfo de la Razón y de la Libertad de Conciencia sobre los Dogmas; el afianzamiento de los ideales democráticos y republicanos, la necesaria separación de la iglesia y del Estado y la construcción de un Estado laico.
Por ello, el 20 de Setiembre se considera el Día de la Unidad Italiana; pero, para los librepensadores y humanistas del universo, también es símbolo de libertad, y se lo conoce como el Día de la Libertad de Pensamiento. Nuestro país le dio fuerza legal por ley del año 2004.
Hoy, la situación en muchos aspectos puede ser diferente a la del siglo XIX. En este Siglo XXI los desafíos pueden ser otros. Pero el combate librepensador es el mismo. Las fuerzas democráticas, republicanas y secularizantes tienen el desafío de resistir y acumular fuerzas frente a los oscurantismos de todo tipo que nos quieren imponer los dogmas y fundamentalismos que anestesian y amenazan la Libertad de Conciencia de los individuos.
Esta es la primera de las Libertades. Cuándo se pretende desplazar a los ciudadanos y ciudadanas del espacio público, reduciéndolos a meros consumidores, y cuando el espacio público pretende ser ocupado o hegemonizado con símbolos religiosos y/o filosóficos particularistas, se está quebrando el Principio de Igualdad consagrado en la Constitución de la República.
Las religiones son asuntos de la conciencia privada de los individuos, totalmente respetables en un país democrático y pluralista. Pero, en un Estado Laico cómo el nuestro, deben quedar reservados al ámbito privado y a sus Templos, los cuales ya son privilegiados, dado que se les exonera de impuestos, a diferencia de los ciudadanos que deben pagarlos puntillosamente.
El Estado laico no debe profesar ni patrocinar ninguna creencia religiosa, filosófica, etc. porque de lo contrario privilegiaría alguna o algunas de ellas sobre otras, ni tampoco debe financiar sus obras, que son asimismo de carácter privado como cualquier tipo de asociación cultural u otras donde los ciudadanos se congreguen para compartir objetivos comunes. Y mucho menos aun destacar ciudadanos por sus creencias religiosas, como se hizo últimamente, para representarnos frente a autoridades de su religión. Esto nos dice de un Estado subordinado y no de un Estado Soberano.
Es extraordinariamente injusto para los ciudadanos que el Estado exonere del pago de impuestos a empresas que ayudan a entidades religiosas, constituyéndose esto en un financiamiento indirecto del estado a las mismas a través de la renuncia a percibir impuestos, que son dinero de todos los contribuyentes. Esto sucede por ejemplo con las Universidades confesionales, y el elitista liceo católico Jubilar, donde por decreto del Poder Ejecutivo (que no tuvo al momento de su implantación ninguna difusión pública) las empresas pueden descontar de sus impuestos el 75% del dinero que invierten en el mismo como ayuda.
Por eso rechazamos de plano cualquier intromisión en los asuntos del Estado Republicano de las corporaciones religiosas, etc, así cómo cualquier franquicia que los Gobernantes de turno faciliten a quienes actúen con esa pretensión, sea dándoles cargos en puestos de Gobierno, promoviendo o participando en condición de tales en actos religiosos, o facilitando por vía subrepticia subvenciones que violan la laicidad del estado, ya que este debe respetar, promover y defender la Libertad de Conciencia de todos los ciudadanos sin excepción ninguna, pues en la República todos son iguales ante la ley.
Vaya en esta fecha tan especial, nuestro sentido homenaje a los mártires y combatientes del Iibre-pensamiento cómo Giordano Bruno, José Garibaldi, José Artigas, Paulina Luisi, María Abella, Belén de Sárraga, entre tantos y tantas otros y nuestra solidaridad para con todos los hombres y mujeres que hoy son perseguidos por ser librepensadores a escala planetaria.
Hacemos un llamado fraternal y respetuoso a todos los ciudadanos y ciudadanas de la República a luchar y vencer a la apatía y resignación que se nos quiere imponer, y a participar activamente y tomar iniciativas desde la sociedad civil y desde el lugar que cada uno elija libremente, para fortalecer las instituciones y los Ideales democráticos, republicanos y laicos.
Septiembre de 2013
Consejo Nacional de la Asociación Uruguaya de Librepensadores