Asóciate
Participa

¿Quieres participar?

Estas son algunas maneras para colaborar con el movimiento laicista:

  1. Difundiendo nuestras campañas.
  2. Asociándote a Europa Laica.
  3. Compartiendo contenido relevante.
  4. Formando parte de la red de observadores.
  5. Colaborando económicamente.
Niñas y monjas en un centro gestionado por el Patronato de Protección a la mujer.

Ya era hora: el PSOE pide reconocer como víctimas de la dictadura a las recluidas en el Patronato de Protección a la Mujer · por Lucio Martínez Pereda

​Descargo de responsabilidad

Esta publicación expresa la posición de su autor o del medio del que la recolectamos, sin que suponga que el Observatorio del Laicismo o Europa Laica compartan lo expresado en la misma. Europa Laica expresa sus posiciones a través de sus:

El Observatorio recoge toda la documentación que detecta relacionada con el laicismo, independientemente de la posición o puntos de vista que refleje. Es parte de nuestra labor observar todos los debates y lo que se defiende por las diferentes partes que intervengan en los mismos.

No existe una cifra exacta y oficial del número exacto de mujeres víctimas del Patronato: los registros documentales están muy incompletos y la institución operó con gran opacidad.

El PSOE ha presentado en el Congreso una iniciativa para que se reconozca como víctimas del franquismo a las miles de mujeres que fueron recluidas por el Patronato de Protección a la Mujer, una institución represiva para controlar socialmente, modificar la conducta y explotar laboralmente a mujeres jóvenes. Estas mujeres sufrieron internamientos, vejaciones, trabajos forzosos y privaciones de libertad.

No existe una cifra exacta y oficial del número exacto de mujeres víctimas del Patronato: los registros documentales están muy incompletos y la institución operó con gran opacidad. La destrucción de parte de los archivos dificulta una cuantificación precisa, pero el impacto fue masivo, afectando a miles de mujeres durante décadas. En 1996- de las 3000 cajas de documentación relativas al Patronato que estaban en el ministerio de Empleo- solamente quedaron 1500 tras producirse una sospechosa “ inundación por agua”. En ese momento el ministerio estaba dirigido por el Partido Popular, a cargo de Javier Arenas.

La documentación sobre el funcionamientos de las juntas provinciales y locales del Patronato no ha corrido mejor suerte. Sólo entre 8 – 10 archivos históricos provinciales tienen las correspondientes series documentales. Estos fondos fueron destruidos, extraviados o deliberadamente sustraídos durante la Transición o incluso en décadas posteriores, especialmente la documentación relacionada con adopciones o robo de bebés.

Sin la apertura de los fondos documentales de las órdenes religiosas femeninas que gestionaron delgadamente del Patronato de Protección el internamiento forzoso en sus centros de estas miles de jóvenes, nunca se podrá conocer la magnitud real de los abusos económicos y laborales cometidos, ya que muchas internas fueron obligadas a realizar trabajos no remunerados y los beneficios económicos obtenidos por las congregaciones siguen siendo en gran parte un misterio debido al cierre del acceso a los historiadores e investigadores de estos archivos religiosos.

Las órdenes religiosas femeninas que gestionaron los centros del Patronato de Protección a la Mujer pedirán perdón a las supervivientes el 9 de junio de 2025, en un acto convocado por la Conferencia Española de Religiosos en Madrid. Pero esta petición de perdón solo será creíble si va acompañada de medidas concretas que le den credibilidad. La apertura de los archivos de las congregaciones religiosas es fundamental, sin acceso público a estos documentos el perdón corre el riesgo de ser visto como un gesto vacío, más orientado a sacudirse de encima la presión social que a asumir una responsabilidad real.

La apertura de los archivos de las congregaciones religiosas podría revelar la lista de clientes y proveedores implicados en la explotación laboral de las internas, los márgenes de beneficio y técnicas de explotación que permitieron a las instituciones lucrarse con el trabajo forzado de las mujeres, detalles sobre los contratos, condiciones de trabajo, salarios no abonados y posibles desvíos de fondos relacionados con la gestión de los talleres y fábricas donde trabajaban las víctimas, e información sobre la relación económica entre las instituciones religiosas y empresas privadas beneficiadas.

Total
0
Shares
Artículos relacionados
Total
0
Share