Descargo de responsabilidad
Esta publicación expresa la posición de su autor o del medio del que la recolectamos, sin que suponga que el Observatorio del Laicismo o Europa Laica compartan lo expresado en la misma. Europa Laica expresa sus posiciones a través de sus:
El Observatorio recoge toda la documentación que detecta relacionada con el laicismo, independientemente de la posición o puntos de vista que refleje. Es parte de nuestra labor observar todos los debates y lo que se defiende por las diferentes partes que intervengan en los mismos.
Los manifestantes que acuden diariamente a rezar a la calle Ferraz, ¿no han valorado, aunque sólo sea como mera posibilidad, que dios sea del PSOE?
Los manifestantes que acuden diariamente a rezar a la calle Ferraz, ¿no han valorado, aunque sólo sea como mera posibilidad, que dios sea del PSOE?
(Sentado entre nubes está dios. A sus pies Serafín 1, Serafín 2 y Querubín se entretienen contando plumas y tirando migas de pan ácimo a las jerarquías inferiores).
SERAFÍN 1: “Su Divinidad, ahí están otra vez”
DIOS: “¿Quiénes?”
SERAFÍN 1: “Los de todas las tardes. Están rezando otra vez el rosario delante de la sede del PSOE. Concretamente, los misterios dolorosos”
DIOS: “¡Jodíos fachas! ¿Cuántos son?”
SERAFÍN 2: “No se ve bien. Anochece tan temprano… Si no hubiera usted inclinado tanto el eje de la Tierra…”
DIOS: “Lo que me faltaba. Ahora no voy a poder inclinar el eje de los planetas lo que me apetezca… Que baje algún arcángel y los cuente. ¿Está libre Uriel?”
SERAFÍN 1: “Anda preparando el apocalipsis, pero le puedo decir que se dé una carrera y se acerque a Ferraz”
DIOS: “Que haga el favor. Ah, sin espada flamígera, que Ortega-Smith se engorila (Sale Serafín 1). ¿Y qué quieren los manifestantes?”
SERAFIN 2: “No sé… Que lance usted un rayo sobre la Moncloa…”
QUERUBÍN: “… o que se aparezca usted a algún diputado justo del PSOE y le pida que reúna a otros cuatro o cinco que voten no a la amnistía mientras llueve fuego sobre el resto del grupo parlamentario socialista”
DIOS: “¿Sin mirar atrás? ¿Cómo en Sodoma y Gomorra?”
QUERUBÍN: “Pero de estatua de sal esta vez Carmen Calvo”
SERAFÍN 2: “O, al menos, que haga usted de acompañante entre el PSOE y Junts”
QUERUBÍN: “De relator”
SERAFÍN 2: “De mediador”
QUERUBÍN: “¡El verificador que lo verifique buen verificador será!”
SERAFÍN 2: “De intermediario de buena voluntad que facilite acercar posiciones a representantes políticos que parten de posturas alejadas”
DIOS: “Sí, hombre, me voy a ir a Ginebra todos los meses para verme con el Cerdán y la Nogueras. ¿Tú has visto qué caras me traen? Qué amargue…”
SERAFÍN 2: “Aunque fuera sólo este primer fin de semana…”
DIOS: “Estoy muy liado con la fiesta que le damos a Kissinger. Qué jodío el Henry. Además, ¡si yo soy del PSOE! ¿No se nota? ¿Alguien que haya visto la historia reciente de España puede dudar a quién apoya dios? Llevo votando al PSOE desde toda la eternidad, desde Zapatero…”
SERAFÍN 2: “En las autonómicas votó usted a Ayuso, que le vi coger la papeleta”
DIOS: “Bueno… sólo una vez… la votó todo dios. La voté por lo de la fruta, tiene gracia…”
QUERUBÍN: “Lo de la fruta fue después de las autonómicas”
DIOS: “Eso para vosotros. Para mí el tiempo no existe. Soy omni… omni…”
QUERUBÍN: “¿Omnisciente?”
SERAFÍN 2: “¿Omnipotente?”
QUERUBÍN: “¿Omnipresente?”
DIOS (enfadado): “¡Omnitemporal! ¡Cronócrator, carajo!”
SERAFÍN 1 (entra con el arcángel Uriel): “Son cuatro gatos”
DIOS: “¿Cuatro?”
SERAFÍN 1: “Es una forma de hablar. Veinte… veinticinco…”
URIEL: “Yo conté treinta y pico”
SERAFÍN 1: “No, pero… sin secretas ni periodistas… no llegan a veinticinco”
DIOS: “¿Y por esa gente todo este lío? ¡Jodíos medios!”
QUERUBÍN: “Y si… si para usted no existe el tiempo… ¡entonces usted conoce el futuro! ¿Habrá referendum? ¿Cuánto durará la legislatura? ¿España se rompe?”
DIOS: “Debo ser discreto y sólo referirme a las cosas a medida que ocurren. (Queda en silencio). Pero… ¡la que nos espera en los próximos años con los palizas de los rosarios, jajaja! (Vuelve a quedar en silencio). ¡Eh, mirad! ¡Es Henry! ¡Ya está aquí! ¡Henry, chavalote!”
(Entra Henry Kissinger. Kissinger y dios se abrazan. Fin del primer acto).