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Foto 2: El profesor Waleed pronunciando su discurso

Waleed Saleh recibe el premio Amistad otorgado por Casa Árabe

El pasado 23 de enero tuvo lugar el entrañable acto de entrega del Premio Amistad 2024 de la Casa Árabe a nuestro compañero Waleed Saleh. Todos conocemos al profesor Saleh como una persona generosa, solidaria y competente en sus saberes, apreciada en el mundo académico por colegas docentes y estudiantes. Por sus conocimientos es reclamado a menudo para entrevistas en diversos medios cuando se trata de hablar de la realidad del Medio Oriente o a veces más concretamente de Iraq, su país. También hemos tenido ocasión de escucharle y aprender de su sabiduría en un sinfín de conferencias tanto en el Club de Amigos de la Unesco de Madrid (CAUM) como en otros foros.

El acto estuvo presentado por la directora general de la Casa Árabe, Irene Lozano Domingo, y a continuación el profesor Saleh subió al estrado a recoger el premio y pronunció un discurso valiente y de gran calado, haciendo acertadas alusiones a la necesidad de un estado laico, a la situación de la mujer en su país y en otros del área geopolítica (estando presentes en el acto a los señores embajadores de Iraq y de la Liga Árabe) y a la defensa de la educación y los servicios públicos.

A continuación se reproduce el discurso que pronunció el compañero Waleed Saleh, que ha tenido la generosidad de pasarnos el texto:

Discurso de Waleed Saleh en la entrega del premio Amistad otorgado por Casa Árabe

Querida directora general de Casa Árabe, excelentísimos embajadores: embajador de la República de Iraq y embajador de la Liga de los Estados Árabes en España, queridas amigas, queridos amigos.

Es para mí un honor estar aquí para recibir esta valiosa distinción, el premio de Amistad que me ha otorgado esta prestigiosa institución.

En primer lugar, quería agradecer a Casa Árabe, a su equipo y a mi querido amigo el profesor Abdulhadi Sadoun por su generosidad, su disposición natural a ayudar y por encargarse de los trámites de mi candidatura al premio. Agradecer al jurado por su decisión y a todos aquellos que apoyaron de forma altruista mi candidatura, tanto instituciones como personalidades. Gracias a mi pequeña familia: mi mujer Lina y mi hijo Nabil por su cariño y permanente apoyo. Gracias, amigas y amigos presentes en este acto.

Celebro también el premio Honorífico que otorga Casa Árabe a mi querido amigo Federico Arbós, recientemente fallecido, con el que me unía una gran amistad, y ambos amigos muy cercanos del gran poeta iraquí al-Bayati.

El jurado ha destacado de mi trayectoria profesional la defensa de una cultura integral, moderna, abierta a la pluralidad, al debate y a la diversidad.

De hecho, desde mi posición de docente he tenido claros mis objetivos: la diversidad cultural dentro de una sociedad libre y democrática regida por un sistema laico respetando todas las creencias, con especial atención a los derechos de la mujer y las minorías. Subrayo la palabra laico, porque en un país democrático como España, que es aconfesional no laico, según el artículo 16 de la Constitución, encontramos que el punto 3 del mismo artículo afirma que “los poderes públicos deben colaborar con la iglesia católica”. Y, como es lógico, la Iglesia Católica ha sabido rentabilizar este privilegio en forma de inmatriculaciones de decenas de miles de bienes inmuebles y el 0,7% de la declaración de la renta. ¿Nos podemos imaginar el poder de la religión en los países de mayoría musulmana que tienen el islam como religión oficial del Estado en sus constituciones?

No he sido un docente tradicional al uso, porque he entendido que mi labor fundamental como académico es promover además del conocimiento el pensamiento crítico. Según mi opinión, solo así las sociedades pueden desarrollarse y mejorar.

Algunas de las líneas de mi investigación son:

  1. Lengua (didáctica y manuales) y literatura (teatro y poesía).
  2. Islam político: la Revolución Islámica de 1979 y ciertas fuerzas internas y externas han dado alas a los islamistas y han surgido grupo radicales que se han convertido en un quebradero de cabeza no solo para Occidente, sino también para los propios países árabes y musulmanes.
  3. Librepensamiento en el islam. El librepensamiento no es patrimonio exclusivo de Occidente. En el mundo árabe y musulmán existen miles de librepensadores que luchan en circunstancias muy duras contra todo aquello que paraliza el avance hacia la modernidad, la democracia, los derechos y la libertad.
  4. La situación de la mujer en el islam. Situación poco o nada alentadora que se puede detectar fácilmente revisando los códigos de familia, el código civil y penal de la mayoría de los países árabes y musulmanes.
  5. La traducción: actividad cultural necesaria para tender puentes entre culturas.

La lengua y la cultura árabes, motivo del premio Amistad de Casa Árabe, forman parte de la cultura de España, este querido país que me ha acogido desde hace cuatro décadas y me ha ofrecido la posibilidad de desarrollarme a nivel personal y también en mi trabajo del cual estoy orgulloso.

La lealtad me obliga a no olvidarme de mi país de nacimiento, Iraq, que me ofreció la mejor formación educativa y científica, de mi numerosísima familia, como casi todas las familias iraquíes, de aquel momento. Es justo decir también que los últimos años de mi vida en Iraq fueron dramáticos y tuve que abandonarlo clandestinamente. Acordarme de Marruecos, país hermano donde pasé seis años desempeñando mi labor docente que me sirvieron para conocer una nueva sociedad con sus valores y sus tradiciones.

Soy un defensor incondicional de lo público y afortunadamente os estoy hablando en una entidad pública. Durante toda mi vida he estudiado y he trabajado en instituciones públicas porque lo público para mí representa la justicia social y la igualdad. Veo con amargura el avance de lo privado en nuestras vidas, en la enseñanza, en la sanidad y en otros ámbitos que solo benefician a unos pocos y dejan abandonados a la mayoría de los sectores sociales. Un claro ejemplo de ellos es que en los años noventa, cuando empecé a trabajar en la UAM, había en Madrid 6 universidades públicas y 6 privadas. Hoy siguen las 6 públicas asfixiadas económicamente y las privadas han crecido hasta 14. Sin comentario.

La justicia y los derechos humanos representan otro de los temas que me han inquietado. Las he defendido cada vez que he podido con las lógicas limitaciones que tememos los individuos. Creo que estamos en un momento histórico muy delicado: guerras, conflictos, políticas agresivas contra los migrantes y racismo. Sería indigno por mi parte no acordarme de lo que ocurre en Palestina y especialmente en Gaza, donde el Estado sionista está cometiendo un auténtico genocidio, asesinando a decenas de miles de inocentes cerca de la mitad de ellos son niños en la flor de la vida.

Como he adelantado, soy consciente de la peligrosa situación que vive la humanidad, agravada con la llegada del nuevo inquilino de la Casa Blanca. Es muy importante ser conscientes para que los peligros no nos pillen desprevenidos. Y como dice el escritor y filósofo rumano Emil Cioran (1911-1995): “La conciencia es una maldición crónica, una tremenda catástrofe. Es nuestro verdadero exilio. Pues, la ignorancia es patria y la conciencia es exilio”.

Precisamente mi exilio fuera de mi patria ha sido el fruto de mi conciencia.

Quiero acabar mi intervención con unos versos del poeta sirio Nizar Qabbani que dijo:

Oh patria, todos los pájaros tienen hogares,

Excepto aquellos enamorados de la libertad. Esos mueren fuera de la patria”.

Y así moriré yo. Muchas gracias por vuestra atención.

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