«Allá donde fueres, haz lo que vieres». El concejal de Vox, Alejandro Vélez, tira de refranero para mostrar su rechazo a la petición de la comunidad islámica para que se le ceda una parcela en el cementerio municipal para que puedan hacer enterramientos como manda su religión.
«Si quieren enterrarse aquí, que lo hagan en los nichos disponibles en el camposanto municipal. No somos partidarios de crear guetos en un cementerio que es aconfesional. Tienen que asimilar nuestra normativa. Son ellos los que se tienen que adaptar a nuestras normas», argumenta.
Después de 20 años reclamando un espacio propio, el lunes la comunidad islámica extremeña firmó un acuerdo con la Consejería de Salud para adaptar la normativa regional que abre la puerta a la posibilidad de que se abran cementerios islámicos. El imán de Badajoz, Adel Najjar, solicitó una reunión el martes con el alcalde, Francisco Fragoso, para concretar la cesión de un terreno dentro del cementerio de La Soledad.
Sobre esto, el edil de Vox opina:«No deberíamos perder tiempo ni recursos económicos en adaptar algo que no es necesario ni creemos que sea conveniente», añade.
Vélez reconoce que su formación pone «más celo con la religión islámica porque choca con nuestra cultura» y –añade– «nos encantaría que hubiera una reciprocidad en la libertad religiosa en muchos países musulmanes donde los cristianos están perseguidos».
A los argumentos de Vélez, el imán responde así: «Hay que tener mucha cultura para entender que la normativa es de todos. Nosotros somos ciudadanos pacenses y nuestra normativa es la del gobierno extremeño y español. Badajoz es una ciudad plural».
Najjar dice que es innegociable el enterramiento en nichos, porque el ataúd –además de rellenarlo de tierra– tiene que ir en el suelo y mirando a la Meca.