Los dos diputados de Vox en el parlamento asturiano anunciaron su intención de llevar al próximo pleno una proposición no de ley para implantar en Asturias el denominado pin parental aludiendo al derecho de los padres a que sus hijos reciban una educación «conforme a sus convicciones religiosas y éticas». Ignacio Blanco y Sara Álvarez señalaron que no les consta queja formal alguna en Asturias respecto a ningún contenido impartido como actividad extraescolar en los centros del Principado pero insistieron que esta medida no debería despertar polémica porque en las escuelas «se pide permiso a los padres para hacer fotos a los alumnos o para llevarlos de excursión».
El portavoz de Vox aludió a un programa en Gijón, Soisex que, según afirmó, «dice que no hay que ocultar la pornografía» y también cargó contra los contenidos generales respecto a la transexualidad porque «se dice que no se nace hombre o mujer y hay padres que no comparten eso, tendríamos que preguntarle a la consejera si ya sabía si es hombre o mujer desde pequeña». Soisex es un Servicio de Información y Orientación Sexual perteneciente al ayuntamiento de Gijón, ofrece asesoramiento individual a los jóvenes y también la posibilidad de que los centros reciban materiales o charlas divulgativas. En concreto, en febrero del año pasado, Soisex organizó una charla sobre cómo abordar la pornografía con jóvenes y adolescentes desde una perspectiva educativa, pero dirigida no a los alumnos sino a profesorado y madres y padres. Tampoco tuvo lugar en ningún centro escolar sino en la antigua Escuela de Comercio de la ciudad que funciona como centro municipal.
«Cuando mando a mi hija a natación quiero que la enseñen a nadar y no otras cosas», destacó Blanco. Preguntado respecto a un caso sucedido en Tarragona en 2015 en que una familia musulmana se negaba a que su hija, no así su hijo varón, acudiera a clases de natación, y si su pin parental protegería esa decisión en aras del respeto a la libertad religiosa de los padres, el portavoz de Vox aseguró que «habría que valorarlo», aunque reconoció, a preguntas de la prensa, que ese veto «sí podría chocar» con un principio superior como la igualdad entre hombres y mujeres. En este punto, Blanco añadió que «frente al colectivo católico los musulmanes han dado más pasos» citando que se incluya «comida halal» (respetuosa con los preceptos del Islam, que por ejemplo, prohíben comer cerdo) en los comedores escolares o «obligar a los colegios a renunciar a poner nacimientos».
La diputada Sara Álvarez insistió en que su pin parental «de lo que trata es de no politizar las aulas, tengo una hija de 13 años y me parece increíble que escuche lo que es contrario a la educación y los valores que yo les quiero transmitir». Álvarez aseguró que «la realidad es muy preocupante» y que «en Navarra se han propuesto juegos eróticos a niños de cero a seis años». En realidad estas declaraciones se refieren al programa Skolae, que fue premiado por la Unesco, y que en una de sus fichas (dirigidas al profesorado) menciona la atención dentro del curso a «curiosidad sexual, juegos eróticos infantiles» pero no para ser impartidos sino para tenerlos en consideración dentro del programa.
Respecto al hecho de que a lo largo de la última semana, Vox a nivel estatal haya promovido el pin parental con bulos respecto a los talleres escolares, citando como si fueran estos casos monólogos universitarios o performance artísticos en un museo de París, Ignacio Blanco aseguró que no le constaba y que «es obvio que hay que circunscribirse a nuestro país y nuestra región». Por su parte, Sara Álvarez manifestó su preocupación por los menores que se encuentran en centros de acogida y que, a su juicio, recibirán este tipo de contenidos, sin que sus padres puedan pronunciarse al respecto. Ignacio Blanco cargó también contra el presidente asturiano, Adrián Barbón por criticar la iniciativa.