El origen de la problemática de las inmatriculaciones es UNA LEY FRANQUISTA: la Ley Hipotecaria de 1946. El artículo 206 de la Ley Hipotecaria de 1946 y su Reglamento de 1947 permitieron inscribir bienes a nombre de la Iglesia equiparando a ésta con la administración pública y a sus obispos con notarios. Bastaba con la simple firma de un obispo. “Una sola palabra tuya servirá para inscribirme”.
Entrevista en El Rebate a Miguel Ángel López Muñoz: El Laicismo
Presentador: Antonio León Lillo (Cambiemos Palma del Río)Entrevistado: Miguel Ángel López MuñozCámara: Salvador Caamaño RodríguezProducción: Alberto Caamaño Pedraza…