Los alcaldes de Berbegal, Peralta de Alfocea y Villanueva de Sijena piden ayuda en una carta.
Los alcaldes de Berbegal, Peralta de Alcofea y Villanueva de Sijena van a remitir una carta al Papa Francisco en la que le suplican que ordene “de forma inmediata y terminante” al Obispado de Lérida la devolución de los bienes propiedad de las parroquias de las diócesis de Barbastro-Monzón y Huesca.
La carta, a la que ha tenido acceso Efe, será remitida a Su Santidad la próxima semana por el abogado representante de los tres alcaldes, Jorge Español.
En ella, los ediles exponen “con gravedad y mucha preocupación” las circunstancias que rodean al conflicto que enfrenta a las autoridades civiles y religiosas de Aragón y Cataluña en torno a la devolución de una serie de piezas de arte religioso que permanecen depositadas en el Museo de Lérida, a pesar de que sucesivas sentencias civiles y religiosas han dictaminado la propiedad aragonesa de estos bienes.
Tras estas sentencias, todas ellas favorables a los intereses de las diócesis aragonesas, para los alcaldes de estas tres localidades -origen de algunas de las piezas que estiman “secuestradas”-, es “vergonzante y escandaloso” que las autoridades del Vaticano “no hayan dado una orden firme y terminante al desobediente obispo de Lérida (Juan Piris)”.
En este sentido, piden al Papa que le ordene que salga del consorcio del Museo de Lérida, al que pertenece el obispado catalán, y devuelva los bienes porque “es insoportable está situación por más tiempo”.
Inciden en que se están cometiendo “gravísimos pecados” que “deslucen lo que la Iglesia tiene que ser” y que “la degradan al nivel más bajo de la codicia y la avaricia en materia de respeto a la propiedad eclesiástica y los bienes ajenos”.
Además, estiman que esta actitud desobediente “daña gravemente el prestigio de los tribunales vaticanos” que, ellos sí, “con gran honradez y valentía”, han sabido defender “los mandamientos de la Ley de Dios y el derecho de la Iglesia a través de sus justísimas sentencias”.
Por eso, advierten al Papa de que si la Iglesia sigue por más tiempo sin cumplir “de forma estricta y forzosa” las resoluciones de los tribunales, “es cuestión de días la expropiación de estos bienes por las instituciones aragonesas”.
Consideran responsables de este “escándalo monumental” a los exobispos Ramón Malla y Francisco Javier Ciuraneta, y sobre todo al actual, Juan Piris, por haberse dedicado a “burlar y derogar las resoluciones eclesiásticas”.