Miles de personas acuden al desfile de la infancia que recuerda al celebrado en 1937 por el gobierno de la II República
El centro de la ciudad de Valencia acogió ayer la Fiesta de la Infancia, o lo que es lo mismo, la Cabalgata de las Magues de Gener, organizada por la Societat Coral El Micalet, que fue arropada por miles de personas. Se cumplían ayer 80 años desde que se organizara por parte del gobierno de la República„entonces con sede en Valencia„ esta fiesta que pretendía entretener a los niños que huían de la Guerra Civil.
El Micalet la recuperó el año pasado con la figura de las Magues de Gener, que representan a Igualdad, Fraternidad-Sororidad (este año se ha añadido este término en favor de las mujeres), y Libertad, que desde el año pasado muchos asociaron como una alternativa laica a los Reyes Magos al celebrarse a pocos días de su festividad. Este año estaba previsto que tuviese lugar la semana pasada, pero la petición con anterioridad de una manifestación contra el gobierno municipal supuso su aplazamiento.
Ayer miles de personas participaron de esta fiesta que arrancó en el Parterre, recorrió la calle de la Paz, y San Vicente, para llegar al ayuntamiento donde las magas realizaron su discurso. Las grandes protagonistas iba sobre una carroza tirada por un caballo al final de una comitiva en la que participaron gran cantidad de grupos musicales y culturales.
Hubo batucadas, músicas de América, tabal y dolçaina, bailes tradicionales valencianos, gigantes, cabezudos y dos agrupaciones de muixeranga. Las magas bajaron en varias ocasiones de las carrozas para saludar y fotografiarse con los niños. Las personas preguntadas por este diario se mostraron a favor de la recuperación de esta cabalgata. «Hemos venido a propósito a verla. No la conocíamos y nos parece bien… está entretenido» decía Sergio, en la calle de la Paz. No muy lejos, Paula, de Castelló aseguraba que no le parecía como tal una fiesta hecha para los pequeños, mientras que su pareja, Ángel le parecía «bien que se recupere. Todo puede convivir».
A la llegada al balcón las magas fueron recibidas por Alejandra Soler, de 103 años, quien fue profesora durante la II República y que se mostró muy emocionada durante todo el acto.
Al son del Himno de Riego salieron las tres magas junto con el alcalde, Joan Ribó, que en esta ocasión no dio ningún discurso. Sí lo hicieron las magas que pidieron un mundo con humanidad, solidaridad y contra la injusticia. También se recordó a los niños víctimas de la guerra, se pidió igualdad para la mujer, contra «la falsa superioridad del hombre» y se condenaron los asesinatos machistas.
En la plaza del ayuntamiento se reunió un grupo de unas 20 personas, pertenecientes a España 2000, que estuvieron protestando contra el acto haciendo sonar pitos durante todo el discurso.