El sindicato USTEA, se posiciona ante las elecciones sindicales del profesorado de religión en primaria, no presentándose y revindicando que la religión salga de la Escuela Pública.
En un comunicado remitido a Portal de Cádiz manifiestan lo siguiente:
Hoy se celebran en Cádiz las elecciones sindicales del profesorado de Religión de Primaria para elegir a sus representantes. USTEA Cádiz, el sindicato que ganó las elecciones docentes en la provincia de Cádiz celebradas hace tres años, en coherencia con lo establecido en nuestros estatutos en los que defendemos una escuela laica, no participamos en dichas elecciones.
Abogamos porque todas las religiones se queden fuera de la Escuela Pública.
Mantenemos una defensa de la escuela laica y queremos que la enseñanza religiosa quede fuera del horario escolar, ya que responde al ámbito de las creencias privadas de cada individuo.
La Iglesia Católica, en virtud de los acuerdos del Estado Vaticano con el Español de 1979, mantiene una serie de privilegios en el ámbito educativo que le permite adoctrinar a niñas y niños desde un punto de vista religioso dentro del ámbito escolar.
La celebración de actividades religiosas y la ostentación de simbología religiosa en centros públicos de enseñanza son contrarias a la Ley, y puede generar discriminación y conculcación de derechos para aquel alumnado que no hace seguidismo de las doctrinas religiosas.
En virtud de la legislación vigente demandamos a nuestra Delegación y al Servicio de Inspección Educativa, en función del artículo 16 de la Constitución Española de 1978, de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa y del Informe del Defensor del Pueblo Andaluz, de 6 de agosto de 2001, atendiendo al carácter laico de tiene que tener la enseñanza pública, le solicitamos la retirada de todo tipo de simbología religiosa de los centros de enseñanza y la supresión definitiva de los ritos de cualquier religión dentro de los centros docentes.
También pedimos la supresión del denominado cuerpo “laboral fijo de religión”, integrado por personas a las que se considera contratadas con carácter indefinido para adoctrinar al alumnado en las horas de religión en el ámbito escolar. Estas personas, son unas privilegiadas sobre el colectivo interino al que no se le da esa estabilidad laboral, no habiendo accedido a su plaza según los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad, sino por designación eclesiástica.