Raúl Sosa, pastor de la Iglesia Metodista Central, publicó los motivos por los que considera que su Iglesia no debe participar en la convocatoria hecha por el cardenal Sturla para el 2 de marzo, con motivo de la asunción de Luis Lacalle Pou.

“Entiendo que afecta a la laicidad, un valor muy preciado en nuestro país que garantiza la convivencia pacífica de las diversas corrientes de pensamiento y religiosas en la sociedad […] Lamentablemente, en los últimos años, se ha podido ver cómo sectores que actualmente integran la coalición de gobierno, junto con algunos líderes de la Iglesia Católica y de iglesias evangélicas, han llevado a cabo acciones políticas y ceremonias religiosas que ignoran la sana separación de la Iglesia y el Estado, esencial en la laicidad”, dice el texto.

Sosa cita varios ejemplo que, a su entender, afectaron la laicidad: “Las misas en el día del Ejército celebradas en la Catedral con la presencia y participación activa de la plana mayor de las Fuerzas Armadas, quienes asistieron con sus uniformes y escudos que representan al Estado nacional; la reinauguración de una capilla católica en un hospital público que pertenece y es financiado por el Estado; actos proselitistas durante la campaña electoral, previo a las elecciones internas, en templos y en el marco de celebraciones religiosas en algunas iglesias evangélicas; y financiación y utilización de la infraestructura eclesial en la campaña política como claramente vimos en la Iglesia Misión Vida”.

El pastor asegura que la Iglesia Metodista sí ha llevado adelante acciones, mediante convenios, para la “contención de los sectores más vulnerables”, pero estas acciones se realizaron durante gobiernos de diferentes signos políticos.

Según Sosa la “coalición de Gobierno han apelado a un discurso, basado, según ellos, en los valores más profundos de la moral cristiana, para sostener posturas que vulneran los derechos humanos y para oponerse a lo que se ha denominado nueva agenda de derechos”, y asegura que hay que la Iglesia Metodista es “defensa de los derechos humanos de todas y de todos”.

“Creo que se debe reprobar y evitar todo aquello que avale y sacralice, o que induzca a pensar que se avala y se legitima desde la fe, cualquier corriente de pensamiento o postura que violente los derechos de todas y de todos”, afirma.

Otra de las razones para no participar de la ceremonia del lunes es que a lo largo de toda la historia de la Iglesia se ha “separado de Dios” distorsionando “el evangelio cuando de una u otra manera se ha aliado al poder”.

Además, “la reciente celebración de una misa en la parroquia de la Aguada por la asunción del nuevo Parlamento, a la que únicamente asistieron algunos representantes de la coalición, sumada al hecho de que no existen antecedentes de celebraciones religiosas de este tipo en otros períodos de gobierno, puede dar a entender que se jerarquiza una corriente político-ideológica por sobre otras”.