Domínguez se sitúa en contra de sustituir el Día de Ceuta por la festividad musulmana del Sacrificio y considera que deben ir retirándose las fiestas ligadas a lo religioso.
El Consejo Territorial de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) selló ayer la posición en contra del grupo ante la decisión adoptada el pasado jueves por la Comisión Informativa de la Consejería de Hacienda de incorporar la Pascua del Sacrificio al calendario laboral en sustitución del Día de Ceuta.
Precisamente es el camino inverso al que dibujan desde el partido político: ir eliminando festividades religiosas y sustituyéndolas por laicas a medida que surja la posibilidad, como era precisamente la efeméride de la autonomía de Ceuta. El coordinador de UPyD, Julián Domínguez, no considera que el calendario deba ir ligado a términos porcentuales de población que practiquen determinada confesión, como parece que consagra el acuerdo alcanzado en el Pleno de la Asamblea: “Vamos hacia atrás. El calendario laboral debería ser independiente y no medirse en términos de población que practiquen una u otra religión”. Para Domínguez, la realidad de que un 35 por ciento de la población no acude a su puesto de trabajo porque celebra una festividad religiosa se debe afrontar “de otro modo, con convenios particulares en el ámbito de la empresa o la administración”.
El coordinador de UPyD tampoco se muestra conforme con la propuesta de UDCE de añadir un día más al calendario para evitar la sustitución de una festividad religiosa ya instaurada: “No creo que los términos de productividad que tiene esta ciudad lo permitan, no nos parece razonable aumentar los festivos que ya tenemos”.
Hacia el laicismo
El actual calendario laboral se encuentra trufado de festividades cristianas, UPyD no propone que el proceso para conseguir un calendario laico sea repentino: “Poco a poco se podrían ir sustituyendo festividades por otras que no respondan a términos religiosos. Hacer la fiesta de todas las culturas, por ejemplo, no excluiría a nadie y respondería al laicismo estatal que consagra la Constitución”, señaló. Domínguez recuerda festividades que han ido desapareciendo del calendario laboral como el Corpus Christi, San José o Santiago que “no han supuesto ningún drama”.
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