Según la propia página de la UAL, el pasado 15 de enero, el rector, Pedro Molina, y el obispo de la Diócesis de Almería, Adolfo González Montes, firmaron «un convenio de colaboración institucional que permitirá la creación en la UAL del Seminario “Juan Pablo II”, que tiene entre sus objetivos la organización de cursos de enseñanza, además de otras actividades religiosas de carácter voluntario». El Seminario «vehiculará la realización de cursos sobre Teología e Historia de la Iglesia Católica y de las Religiones, además de otras tareas académicas».
Asimismo, se destaca como noticia independiente, pero referida al mismo convenio, que «La UAL acogerá una Cátedra de Teología dirigida por el Obispado de Almería».
El rector de la Universidad apuntó que «el retraso en la firma de este convenio, aplazado casi un año, se ha debido a “diferencias” con el Obispado “ya solventadas”: la Diócesis propuso en principio que hubiera atención pastoral y de culto religioso a los miembros católicos dentro de la Universidad “que es un espacio aconfesional, que no significa que sea laico, pero que es un espacio para la enseñanza y no para el culto religioso, católico o de cualquier otra confesión”»
A falta de poder acceder a la lectura del convenio (que nos puede deparar más desagradables sorpresas), lo que ha trascendido de manera oficial es más que suficiente para denunciar que en una Universidad pública es inaceptable esta entrega confesional, por más que el rector quiera establecer una diferencia arbitraria entre un espacio “aconfesional” y uno “laico”.
La Universidad, como institución pública, no sólo no debe ofrecer cultos religiosos (como bien ha defendido el rector), sino que no puede hacer proselitismo de confesión alguna. ¿Y qué es, sino esto, una Cátedra de Teología dirigida por el Obispado, y un Seminario (“Juan Pablo II”) controlado por la Iglesia que organizará, además de cursos, “actividades religiosas de carácter voluntario”?
La lamentable actitud del rector (y su equipo de gobierno) queda remachada en su discurso; según la web de la UAL «El rector ha aludido en su intervención al Papa Francisco y a su exhortación apostólica “Evangelii Gaudium” y ha recordado las palabras del Pontífice sobre el papel que debe jugar la universidad como institución…». Creemos que el Papa católico no es la mejor referencia para justificar una violación de la aconfesionalidad universitaria. Que el rector dijera que la Universidad «debe ser también un espacio público en el que tengan cabida y se sientan cómodas todas las confesiones, la católica, por supuesto, pero otras religiones también» ilustra bien sobre el gravísimo error que subyace a todo este despropósito: la máxima autoridad universitaria de la UAL confunde “aconfesional” con “multiconfesional”.
Aunque en la noticia se diga que la UAL era «una de las pocas universidades españolas que aún no tenía acuerdos de este tipo, como ha señalado Adolfo González Montes, obispo de Almería», la realidad es que desde el siglo XIX no se conculcaba la aconfesionalidad universitaria mediante cátedras de Teología dirigidas por la Iglesia; no se llegó a ese extremo ni siquiera durante el nacional-catolicismo franquista. Sólo recientemente ha empezado a ocurrir esto, en las universidades de Granada, de La Laguna… y ahora se une la de Almería a este lamentable grupo.
Por todo lo expuesto, desde UNI Laica exigimos, en defensa de la aconfesionalidad universitaria (que es una defensa de la libertad de conciencia en esta ámbito académico), que se anule el convenio firmado entre la UAL y el Obispado de Almería. Pedimos a los universitarios almerienses en particular, pero también a toda la sociedad de Almería afectada por este atentado a una Universidad que debería ser de todos, que se movilicen contra ese inicuo convenio de manera enérgica.
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