Terminó persiguiendo a sus promotores por las calles de Rabat acusándolos de «corrompidos» y «malos musulmanes».
Una turba de jóvenes impidió hoy con violencia la celebración de un 'beso colectivo' en la capital de Marruecos, y terminó persiguiendo a sus promotores por las calles de Rabat acusándolos de "corrompidos" y "malos musulmanes".
Este singular acto se había convocado en protesta por lo sucedido en Nador (noreste del país), donde tres menores fueron detenidos y presentados ante el juez por haberse besado y colgar posteriormente una fotografía de su beso en Facebook.
La convocatoria de hoy se había realizado a través de las redes sociales frente el Parlamento marroquí. A la hora prevista, cuando la primera pareja se besó ante los numerosos periodistas, un grupo de jóvenes exaltados irrumpió arrojando sillas y vasos de un café cercano y amenazando a los promotores.
Comenzó entonces una carrera por las calles de Rabat en la que los iniciadores del beso colectivo gritaban "Libertad-libertad" o "Viva el amor", y los otros los perseguían a gritos de "Somos musulmanes", "Fuera de aquí, satánicos" o "Abajo la inmoralidad".
Entre los perseguidores había jóvenes notorios por reventar todas las manifestaciones que huelan a contestatarias en Rabat -ya sea de saharauis, de izquierdistas o de laicos-, apoyados por agentes de policía de paisano que grababan lo sucedido con cámaras de bolsillo.
Muchos ciudadanos observaron curiosos lo ocurrido sin mezclarse, pero recriminando la iniciativa del beso público con argumentos como que Marruecos no es un país europeo, sino musulmán y hay cosas que "no se hacen".
La persecución terminó en una plaza de la capital, donde Betty Lachgar, iniciadora del Movimiento Alternativo de Libertades Individuales (MALI) y promotora del beso colectivo, dijo que lo sucedido hoy demuestra que en Marruecos hay dos corrientes y que la suya, la progresista, no piensa rendirse ante el oscurantismo.
El MALI, un movimiento minoritario de jóvenes ultra-laicos, elige siempre iniciativas consideradas provocadoras en una sociedad tan tradicional como la marroquí, como romper el ayuno de Ramadán en público o dar publicidad al derecho al aborto.
Un hombre trata de detener a una pareja que participa en un 'beso colectivo' en Rabat.- FADEL SENNA (AFP)