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“No se persiguió más que una crítica a un tema de actualidad a nivel mundial”, señala la sentencia
“Lo cierto es que la obra y su representación teatral no fueron más que una manifestación de la libertad de crítica inherente al derecho fundamental a la libertad de expresión y de creación literaria y artística del que gozan las sociedades democráticas”. La titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 5 de Valencia ha desestimado el recurso de ‘Abogados Cristianos’ contra el decreto de la Diputación de Valencia para la producción, junto con el Institut Valencià de Cultura, de la obra de teatro ‘Poder i santedat’ del dramaturgo Manuel Molins.
“No se persiguió más que una crítica a un tema de actualidad a nivel mundial, cual fue y es la revelación en los últimos tiempos de múltiples denuncias de pederastia con respecto a algunos sacerdotes y obispos de la Iglesia católica, incluidos algunos de alto rango jerárquico, y la revelación de casos de corrupción en el Estado Vaticano”, señala la sentencia, a la que ha tenido acceso elDiario.es.
“No cabe entender que se entendieran excedidos los límites de la libertad de expresión al no establecerse vinculación directa del cartel con los creyentes católicos y, por tanto, sin que del mismo se pudiera derivar una incitación al odio hacia dicho colectivo”, agrega la resolución, que impone las costas procesales a ‘Abogados Cristianos’.
La presidenta de la entidad ultra, Polonia Castellanos, consideraba que la obra era un “ataque contra los católicos y la Iglesia”. ‘Poder i Santedat’, dirigida por Paco Azorín, abrió la temporada del Principal de València en octubre de 2020 y se representó durante dos meses en el teatro de la Diputación. El cartel de la obra, en el que aparecía un papa besando a un niño en la boca, fue criticado por Vox y por el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia.
La sección quinta de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJ-CV) estimó un recurso de ‘Abogados Cristianos’ contra la inadmisión por parte de del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 5 de la demanda de la entidad ultra. Sin embargo, la jueza sostiene que el contenido de la obra y su representación teatral no rebasa los “límites de la libertad de expresión”.
