La nueva normativa laboral de la Santa Sede impide a sus empleados contraer matrimonio, una situación que podría suponer el despido de una pareja del Banco Vaticano que se conoció, y se enamoró, entre los muros romanos
Prohibido casarse en el Vaticano… si eres trabajador de la Santa Sede. Esta esperpéntica historia hunde sus raíces en la aprobación de los nuevos reglamentos de la Fábrica de San Pedro que, como informó elDiario.es, prohíben a sus empleados, entre otras cosas, exhibir piercings o tatuajes o casarse por lo civil, por cuestiones “de decoro”. Lo que no estaba en el radar era que una boda católica podría suponer el despido de dos empleados del IOR, el Banco Vaticano.