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«cuatro grandes brechas que ha sufrido España en los últimos siglos». Monarquía frente a república; laicismo frente a confesionalidad; centralismo frente a autonomía; derechos sociales frente a fundamentales. De las cuatro, la única que ha quedado casi cerrada es la cuestión religiosa por el cambio de valores en la sociedad.
Apertura de los Cursos de la Granda con una conferencia de Miguel Herrero de Miñón, ponente constitucional, uno de los dos únicos ‘padres’ de la Carta Magna que vive. El otro es Miquel Roca Junyent. Una exposición brillante, yendo al fondo de los asuntos, con un análisis de las principales cuestiones a casi medio siglo de distancia.
Herrero de Miñón hizo una defensa cerrada de la Constitución, no sólo por la validez que acreditó a lo largo del tiempo que lleva en vigor, sino por su vigencia en el presente y el futuro que alcanza a escrutar la mirada. Afirmó que no es necesario realizar retoques en el texto, algo que va contra de la opinión de muchos diputados, quizás de la mayoría en el actual Congreso de los Diputados. Dio a entender que las posiciones críticas provienen de grupos con escasa base electoral al decir: «Quienes ponen en dudas los valores de la Constitución jamás ganan unas elecciones. Cuando las ganen que expresen sus dudas». La defensa del ‘statu quo’ jurídico-político le llevó a apoyar sin complejos la ley electoral, considerándola una de las mejores de Europa por su eficacia, como lo prueba el hecho de que se aceptan todos los resultados electorales sin discusión, algo que no ocurre en Estados Unidos.
Quizás lo más interesante de la exposición haya sido el análisis de las «cuatro grandes brechas que ha sufrido España en los últimos siglos». Monarquía frente a república; laicismo frente a confesionalidad; centralismo frente a autonomía; derechos sociales frente a fundamentales. De las cuatro, la única que ha quedado casi cerrada es la cuestión religiosa por el cambio de valores en la sociedad. La que está más presente es la antítesis entre centralismo y autonomía, un asunto que nos acompaña desde el debate constitucional y que ha causado uno de los dos grandes seísmos de nuestra democracia con la declaración unilateral de independencia de Cataluña a cargo de la Generalitat. Con respecto a esta cuestión Herrero de Miñón siempre mantuvo una posición muy matizada que lo diferenció de otros ponentes constitucionales y la expresó en Avilés de esta manera: «Los pactos autonómicos han realizado una mutación constitucional que impuso la homogeneidad de los regímenes autonómicos sin atender a la heterogeneidad social subyacente». Herrero de Miñón siempre discrepó del café para todos y abogó por niveles distintos de autogobierno en consonancia con la historia y la conciencia de cada territorio. Un planteamiento controvertido, alternativo al oficial.
