Comentarios del Observatorio
Según refleja la prensa, el caso sólo se ha planteado a nivel interno de la Iglesia. No obstante, la denuncia que se plantea afecta a derechos fundamentales, de prácticas sectarias, de opresión, y por tanto, de posibles delitos. Según se relata, los contenidos de la denuncia podrían incluso llegar a suponer la disolución, al menos en España, de esta organización, al vulnerar varias leyes. Por tanto, más allá de la denuncia interna, esta cuestión debería ponerse en manos de las autoridades públicas competentes.
Si se tratase de una cuestión puramente interna de una religión, no sería un tema relacionado con el laicismo, pero al plantearse una denuncia de elementos punibles que se tratan internamente, obviando a la autoridad pública, se podría estar vulnerando la laicidad del Estado. Y es que nunca un órgano interno de una organización privada, sea cual fuere esta y su naturaleza, puede sustituir a los poderes del Estado.
elDiario.es accede al texto íntegro presentado ante la Nunciatura en España que habla de “las verdaderas normas por las que se rige” la Obra, ocultas tanto para el Vaticano como para sus propios miembros, que “viven en una dependencia psicológica total”, con sus “libertades e intimidad suprimidas”
El Opus Dei “está cohesionado por una doctrina que se transmite de manera ‘mesiánica’ y es liderado por una figura carismática que se considera poseedora de la Verdad Absoluta”. Esta es una de las ‘perlas’ de la denuncia internacional que un nutrido grupo de exmiembros de la Obra han presentado ante la Nunciatura en España (y, posteriormente, enviada a los dicasterios del Clero y Doctrina de la Fe, y a más de 600 obispos de todo el mundo), y en la que reclaman “la supresión del Opus Dei” y su “refundación”.